Ryanair recomienda a España apostar por Galicia para atraer turistas con «resorts» que abran todo el año
GALICIA
El director de márketing de la aerolínea ha formulado incluso oficialmente su planteamiento a Turespaña
05 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ryanair transporta 130 millones de pasajeros al año y se plantea mover 200 millones en siete años más. Ha encargado 300 aviones para sumar a su flota de 400 Boeing 737 con los que conecta más de 200 destinos de 34 países. Pero la compañía está persuadida de que el turismo en Europa puede dar para mucho más. Kenny Jacobs, encargado de realizar un lavado de cara de la imagen de Ryanair tratando de que la marca de la low cost sea identificada con mayores estándares de calidad, ha aconsejado a España desde la conferencia internacional de Turismo de Malta que explote el norte del país como nuevo polo de atracción turístico.
El director de márketing de la aerolínea, que considera que el norte de España y el sur de Italia son los dos grandes polos a desarrollar en Europa, ha formulado incluso oficialmente su planteamiento a Turespaña, el organismo público encargado de difundir la marca turística nacional. Jacobs apunta directamente a Galicia, Asturias y Cantabria como los destinos en los que concentrar esfuerzos si se pretende seguir incrementando la llegada de visitantes y ante la saturación de la franja mediterránea.
En la conferencia de Malta el directivo de Ryanair comprometió el acompañamiento de la aerolínea en dichas zonas con más vuelos y rutas si se produce una apuesta decidida por sus infraestructuras turísticas y hoteleras. Jacobs apuntó incluso a la creación de complejos hoteleros con oferta comercial y de ocio incluida, los denominados resorts, inexistentes en la comunidad al ser propios de destinos masificados y de sol garantizado. Desde Ryanair se apunta como una de las claves del incremento de la llegada de más visitantes a Galicia y al resto del norte de la Península su capacidad de atracción fuera de temporada alta, que depende en gran parte de los incentivos que genere el sector y la Administración.
El planteamiento hecho por Jacobs para que el turismo crezca en Europa al 10 % en lugar de hacerlo al 4 % previsto, pasa también por reducir los costes aeroportuarios e incluso eliminar las tasas en los vuelos de corto radio. Rebajar los precios hoteleros y facilitar la construcción de nuevos establecimientos resulta igualmente clave para la Ryanair, que estima que el sector podría albergar en todo el continente dos millones de empleos más.
Visto bueno de la Xunta
La Xunta no ve del todo mal la propuesta de Ryanair -«nos parece acertada», decían ayer desde Turismo de Galicia- aunque recalcan que se trabaja para «potenciar nuestra comunidad como un destino de calidad, tranquilo, sostenible y que apuesta por sus valores diferenciadores».
Sí están de acuerdo con la compañía en las otras tres premisas: desestacionalización, mayor cantidad y variedad de vuelos y la creación de una alianza con la cornisa cantábrica: «Una de las líneas de trabajo es la desestacionalización del turismo, ámbito en el que se desarrollan distintas iniciativas. (...) Y el sector señala la necesidad de aumentar las conexiones internacionales y de mejorar su selección». Sobre la unión con otras comunidades, Turismo de Galicia recuerda que ya forma parte «de la alianza turística España Verde, que aglutina a las regiones cantábricas con el objetivo de promocionar su imagen en el exterior y su dinamización turística y cultural»
El clúster cree que la comunidad cuenta con suficientes hoteles La propuesta de Ryanair también cuenta con el apoyo del Clúster Turismo de Galicia, pero con matices. Por una parte, el organismo que aglutina al sector cree que en la comunidad ya hay suficiente oferta hotelera, y «es difícil valorar» el resultado de crear resorts de vacaciones. Francisco González, presidente del clúster, sí aplaude «las posibilidades que abren los vuelos low cost» y dice estar encantado con que «Ryanair ponga en valor los productos turísticos que nos diferencian y hacen de Galicia un lugar aún más atractivo», pero cree que «el bajo coste no es por sí mismo la solución para todo, porque donde se ha instalado acabó convirtiéndose al final en turismo de botellón, de lujuria y desenfreno, que hace un daño irrecuperable», advierte.