Quince menores que denunciaron a «Papuchi» corroboran sus acusaciones

e. v. pita VIGO / LA VOZSANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

El acusado de ser un depredador sexual sigue en prisión tras la declaración de 30 testigos

03 ago 2017 . Actualizado a las 23:32 h.

Entre 30 y 40 testigos ya han prestado declaración a lo largo de junio y julio en Vigo en relación a los supuestos abusos a menores perpetrados por un empresario conocido como Papuchi o el Papi, actualmente ingresado en prisión provisional y considerado por la policía como el mayor depredador sexual de la ciudad. Los 15 denunciantes, que eran o son menores de edad, confirmaron en su mayoría los cargos contra el sospechoso, que habría actuado durante varios años con sigilo hasta que en febrero despertó la atención de la policía.

La defensa ha pedido la libertad condicional del arrestado pero las acusaciones y la Fiscalía se oponen a dicha medida. A parte de la gravedad de los hechos, temen su fuga o que borre pruebas.

Los interrogatorios fueron tomados por la titular del juzgado de instrucción número 6 de Vigo y se centraron en decenas de adolescentes que procedían de distintas pandillas. En su mayoría, no se conocían entre sí y su único nexo en común era la amistad con Papuchi, quien paseaba a adolescentes en su coche deportivo o su lancha rápida por la ría de Vigo. Según fuentes del caso, la versión de los distintos testigos coincide en muchos puntos.

Desde el primer momento, la policía se dio cuenta de que había una escasez de imágenes incautadas en los teléfonos móviles y en el foro de WhatsApp que el implicado había creado, supuestamente, para chatear con sus víctimas y difundir contenidos subidos de tono. Pero algunas fotos carecían de valor probatorio porque se trataba de los típicos chistes que circulan de un lado a otro en los grupos de mensajería instantánea.

La investigación se ha visto ralentizada porque, según fuentes del caso, la policía padece una supuesta falta de medios materiales para analizar todo el contenido de los teléfonos decomisados, tanto al sospechoso como a las víctimas. Fuentes próximas al caso ven «sorprendente» que la comisaría disponga de tan pocos medios para rastrear y recuperar las imágenes y mensajes enviados en ese grupo y que podrían suponer pruebas de cargo contra el implicado. 

Otros guardan silencio

El número de denunciantes se ha quedado estabilizado en quince jóvenes pero existe la sospecha de que otros muchos ya han cumplido la mayoría de edad y prefieren callar y seguir con su vida.

El método de Papuchi o el Papi consistía en aparentar un gran tren de vida para impresionar a sus jóvenes amigos. Fue experto en banca y asesor financiero y luego movió negocios de hostelería. Ser un hombre de negocios de éxito resultó ser un imán para las víctimas, alumnos de prestigiosos colegios de Vigo o miembros de clubes deportivos de élite. La investigación reveló que, en los últimos meses, el sospechoso era asediado por sus acreedores.

La policía averiguó que el implicado invitaba a un grupo de menores a cenar en su pizzería, a pasear en su deportivo o en su lancha. Llenar un depósito de gasolina para ir desde A Laxe hasta las islas Cíes cuesta como mínimo 60 euros y estos paseos los hacía casi a diario, según relatan testigos. Tras ganarse la confianza de la pandilla, los invitaba a posar desnudos en la barca y los fotografiaba. Otras veces los llevaba a su piso, donde les ofrecía alcohol y, al parecer, abusaba de ellos.

Un hostelero que solía ser visto con pandillas de chicos

El hostelero C.V.I., de 40 años, frecuentaba la compañía de pandillas de chicos. Los testigos aseguran que el empresario llamaba la atención entre tantos «veinteañeros» pero él decía que eran compañeros de juego. Iba a recoger a sus víctimas al colegio en un coche deportivo, lo que hizo sospechar a un policía que avisó a la comisaría. El implicado fue detenido en abril y está en prisión como supuesto autor de 15 agresiones sexuales a menores.