«El día que volví a subirme a un tren me senté y empecé a llorar»

Jorge Casanova
jorge casanova SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Las víctimas realizarán una marcha desde la estación de tren de Santiago a la plaza del Obradoiro

24 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta hace unos días, Ana no sabía si acudir al homenaje de cada 24 de julio: «Vuelves siempre con un sabor agridulce. Recuerdo la suerte que tuve, pero vives también el dolor de los que perdieron a sus seres queridos... Es muy duro». Ana Belén era la única viajera del Alvia relacionada con Angrois antes del siniestro: sus padres son de la parroquia y aún viven cerca: «Vamos de vez en cuando, pero me cuesta». Ana estuvo un año de baja tras el accidente, pero, como la mayoría de las víctimas, tiene heridas psicológicas que no acaba de curar. Sigue a tratamiento psicológico. Y su marido también: «Él lo vivió de otro modo, desde la estación, donde me esperaba con los niños».

Poco a poco, Ana ha ido recuperando el sueño. Necesita pastillas, pero al menos ya no se despierta sobresaltada en medio de la noche casi nunca. Con el tren, ha sido más difícil: «Me lo pedía el psicólogo, que hiciera algún viaje. Un día fui hasta Padrón. Un trayecto de un cuarto de hora. Pero en cuanto me senté, me eché a llorar». El chirrido de las ruedas, el pitido de la máquina, la basculación de los vagones: «Fue horrible». «La primera vez que volví a una estación veía cómo la gente subía al tren y me preguntaba cómo lo hacían de forma tan despreocupada, sin reparar en que podían tener un accidente», recuerda.

El día 24 de julio del 2013, Ana Belén volvía de Alicante. Era un viaje que hacía con frecuencia, porque trabajaba allí. Tiene pocos recuerdos del accidente. Perdió el conocimiento. Despertó en la oscuridad: estaba enterrada entre maletas, pero podía respirar con una cierta comodidad: «Cuando quise moverme, no pude. Fue una sensación muy rara». Lo siguiente que recuerda es el campo de Angrois y a unos familiares que venían a ayudarla. Ya han pasado cuatro años y todavía le tiembla un poco la voz cuando retoma el relato. El accidente tuvo una consecuencia positiva: Ana consiguió un traslado a Galicia y puede estar todos los días con su familia. Eso ha sido lo mejor. La peripecia política y judicial no la ha ayudado mucho, aunque es de las que ve el futuro con esperanza y cree que finalmente habrá una comisión de investigación. Lo peor, esa sensación de culpa que no se sostiene en nada: «Cuando veo a esa gente que sufre tanto y que yo salí bien, no puedo evitar sentirme así».

Los homenajes arrancan hoy

Las víctimas realizarán una marcha desde la estación de tren de Santiago (11.00) a la plaza del Obradoiro, donde (11.30) leerán el manifiesto «Queremos destapar la verdad y que se depuren todas las responsabilidades». Aseguran que han comprometido su participación representantes del PSOE, En Marea, AGE, BNG, Ciudadanos y UPyD, pero no del PP. A las 19.00 horas habrá una concentración en el puente, visitarán la trágica curva y tributarán un homenaje (19.30) en el campo da festa de Angrois.