La huelga de examinadores de Tráfico deja sin carné a más de 4.000 gallegos

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Pablo CarballoSenén RoucoIago García

Unas 500 empresas de autoescuela están al borde de la ruina en la comunidad

18 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocas veces una huelga de tan escaso número de trabajadores alcanza la repercusión de la que mantienen los examinadores de Tráfico desde mediados de junio y que paraliza las pruebas del carné de conducir en toda España, con más de 150.000 alumnos sin poder examinarse y más de 20 millones de pérdidas para las empresas de autoescuelas. En Galicia se suspenden unos 300 exámenes al día desde el 19 de junio, cuando empezó la huelga de los tres días a la semana: lunes, martes y miércoles. En ese tiempo más de 4.000 aspirantes han perdido la oportunidad de examinarse del carné. Tráfico asegura que las pruebas anuladas se van a reprogramar, pero el tapón es cada vez más grande porque hay que meter en dos días (jueves y viernes) lo que no se hace en tres. Además, en agosto no hay exámenes en todas las jefaturas y en las que los hay la mitad de los examinadores se irán de vacaciones hasta septiembre, cuando se anuncia la huelga indefinida que puede ser la puntilla para las autoescuelas.

En Galicia hay unas 500 autoescuelas. La mayoría son microempresas que subsisten a la crisis y a la despoblación. Arrastran una situación muy delicada que esperaban paliar en junio y julio, pero la huelga las ha puesto contra las cuerdas y muchas no podrán mantenerse. «Esta huelga nos lleva a la ruina», dice José Manuel López Marín, presidente de las autoescuelas gallegas. José Miguel Báez, de la Confederación Nacional de Autoescuelas, sostiene que lo peor está por venir: «Nos preocupa el día después».

Los examinadores reconocen el problema que les están causando a las autoescuelas. «Que nos dejen de mentir, que el director general de Tráfico se aclare y diga qué solución van a adoptar, porque esto se va alargando cada vez más y las consecuencias van a ser peores, y no para nosotros, sino para las pequeñas y medianas empresas del sector de las autoescuelas, que son las afectadas por la situación», admite Vanesa Fernández, delegada en Galicia de la potente asociación de examinadores Asextra y miembro del comité de huelga. Ayer en A Coruña dijo que la solución al conflicto «es muy fácil». Propone modificar el presupuesto de la DGT, «que tiene fondos propios con los que aplicar la subida que el propio director general admitió como justa».

Fernández reclama soluciones al director de Tráfico: «Si no es capaz de gestionar este conflicto, lo mejor es que dimita y deje a otro en su puesto».

Un trabajo en el asiento de atrás de un coche y solo abierto a funcionarios

El puesto de examinador de la Dirección General de Tráfico está abierto solo a funcionarios del Estado, que deberán tener cumplidos 23 años, ser titulares de un carné de conducir de la clase B (de coche) con al menos tres años de antigüedad y estar en posesión del título de bachiller o equivalente. Los aspirantes deberán superar una prueba previa de conocimientos y otra de práctica en la conducción. Quienes superen esa fase tendrán que pasar un curso de cualificación inicial y otro de cualificación profesional que se desarrollarán consecutivamente y que tienen una duración de casi un año.

Valorar las pruebas

La función principal de un examinador de la Dirección General de Tráfico es valorar y calificar las pruebas de los aspirantes a la obtención del permiso de conducir. La mayor parte de su jornada laboral transcurre en el asiento de atrás de un coche de autoescuela, desde donde examina a un máximo de 13 alumnos por cada día de trabajo. Los examinadores son los que tienen que comunicar al aspirante si es o no apto para obtener el carné de conducir. Esos dos aspectos son precisamente los que destacan en su reivindicación de una subida salarial.

Penosidad

En el coche se exponen a frenazos, a maniobras bruscas e incluso a accidentes de circulación, ya que cuando ellos se encuentran dentro del vehículo el conductor es alguien lógicamente inexperto. Ese es uno de los riesgos que estos trabajadores asignados al Ministerio del Interior argumentan en sus planteamientos para reclamar un complemento específico por penosidad de unos 250 euros al mes que sirva para «dignificar» su puesto de trabajo.

Poco valorado

Un examinador del carné de conducir percibe entre 1.200 y 1.500 euros al mes en función de la antigüedad. Fuentes de Tráfico reconocen que ese puesto está actualmente poco valorado y por eso resulta escasamente atractivo para otros funcionarios de la DGT y mucho menos para personal de otros departamentos de la Administración del Estado, lo que explica que en la actualidad haya 170 examinadores menos que en el 2011.

¿Por qué el Gobierno no interviene?

Ni siquiera el ministro Zoido ha entrado en el conflicto, en el que la negociación la lleva el director de Tráfico

j. m. pan

La huelga de los examinadores de la Dirección General de Tráfico no parece tener una fácil solución. Los paros de tres días a la semana están dejando sin examen a miles de aspirantes y a las autoescuelas al borde de la ruina. Las reuniones mantenidas hasta ahora entre DGT y huelguistas han terminado sin acuerdo. Y, si en las próximas semanas no se alcanza un pacto, los examinadores ya han anunciado un paro indefinido a partir del 4 de septiembre.

¿Qué piden los examinadores?

Reclaman un aumento de sueldo, en forma de complemento específico laboral. Supone unos 250 euros al mes para cada uno de los más de 700 examinadores que hay en España (43 en Galicia). Argumentan que su nómina no incluye el riesgo de estar expuestos a accidentes durante el examen

¿Qué ofrece la DGT para arreglar el conflicto?

En una de las primeras reuniones con los huelguistas, la DGT planteó la incorporación de militares para paliar el déficit de examinadores, algo de lo que no se ha vuelto a hablar. La última propuesta consistió en el anuncio de 500 plazas de examinador, 435 de promoción interna y 70 de acceso libre. Tráfico también anunció una nueva especialidad laboral y el director general, Gregorio Serrano, dio por zanjado el conflicto: «La DGT ha estado trabajando durante los dos últimos meses para lograr este histórico acuerdo». Pero nada más lejos de la realidad, ya que los examinadores rechazaron esa oferta. Respecto al aumento de sueldo, Serrano asegura que ha trasladado la reclamación a Hacienda, que es la que tiene competencia para subir sueldos a funcionarios.

¿Qué dice el Gobierno?

Desde que comenzó el conflicto con los examinadores solo ha dado la cara el director general de Tráfico, y no ha tenido ningún éxito. Nadie del Gobierno ha intervenido en este conflicto, ni siquiera el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, muy participativo en todas las cuestiones referidas al tráfico. Quizá no han valorado hasta ahora la repercusión que está teniendo la huelga, con miles de personas sin poder obtener el carné y con las autoescuelas en caída libre y miles de empleos de este sector en el aire.

«Aún no sé cuándo me examinaré ni si podré hacerlo»

L. Penide

Como tantos jóvenes gallegos, la pontevedresa Miriam García Eirín se adentró en la mayoría de edad con la ilusión de sacarse el carné de conducir, algo que, a la vista de la huelga de los examinadores, no cree que pueda hacerse realidad en un corto plazo de tiempo. Si bien reconoce que cuando se apuntó en la autoescuela ya sabía que había problemas con los examinadores, confiesa que nunca se pudo imaginar que le iba afectar «de esta manera». En su caso concreto, sin poder examinarse del práctico, ya que ha superado el teórico.

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Manuel Pinal

«Somos rehenes de un problema que nosotros no hemos provocado»

marta vázquez

En Ourense medio centenar de autoescuelas, de las que viven unas doscientas familias, forman parte de la asociación provincial del sector. Manuel Pinal es el dueño de una de esas pequeñas empresas que se encuentran ahora ante un futuro incierto. Él tiene claro lo que pasa. «Somos rehenes de un problema que no hemos provocado nosotros», asegura el autónomo.

Al igual que muchos compañeros, esperaban la llegada del verano para recuperarse de los malos resultados de los últimos meses, por la reducción de matrículas. «Entre julio y septiembre tenemos el 60 % del alumnado del año, pero lo estamos perdiendo por culpa de la huelga, y eso está condicionando seriamente nuestro futuro», advierte. Sin contabilizar de forma precisa las pérdidas económicas por la paralización de los exámenes, calcula que en el trimestre podría llegar a dejar de ingresar unos seis mil euros. «Y esto repercute también en otros sectores, porque yo había pensado comprar este verano un coche nuevo, para sustituir uno antiguo, pero ahora no voy a poder hacerlo; esa empresa va a vender un coche menos también», explica. Lamenta, sobre todo, que se esté negando a los alumnos «el derecho a examinarse» y asegura que muchos de ellos tal vez estén a punto de perder un trabajo que consiguieron con la condición de tener el carné. Para hoy han convocado una manifestación a la que Manuel irá acompañado de sus hijos. «Ellos también son afectados, comen de lo que yo llevo a caso y eso ahora está en riesgo», lamenta.

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