Educación pagará la certificación de idiomas a los alumnos de secundaria

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

ANGEL MANSO

Los exámenes en las escuelas públicas, que cuestan 90 euros, serán gratuitos

05 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El examen para certificar un determinado nivel en el conocimiento de un idioma cuesta entre 100 y 200 euros. Con el programa Edulingüe (Estratexia Galega de Linguas Extranxeiras 2020), presentado el pasado jueves tras el Consello de la Xunta, los estudiantes de secundaria en Galicia no tendrán que pagar nada.

La Consellería de Educación prevé que el 30 % de los alumnos que terminen la ESO en un centro plurilingüe puedan sacarse el certificado B1 (equivalente al PET o al 34-45 en el Toefl). Y eso supone que con la educación obligatoria los estudiantes tengan un mínimo de conocimientos de un idioma extranjero (el nivel es intermedio bajo), algo fundamental incluso en los trabajos más sencillos. Inicialmente, la pretensión del conselleiro, y es ambicioso, es que sea uno de cada tres el que apruebe el examen, lo que significará que es una medida destinada a las mejores notas en idiomas. Ahora mismo no hay una certificación automática y oficial de los estudios de secundaria con respecto a otras lenguas.

Si un alumno de 4.º de ESO que acuda a uno de estos centros (hay 282 del total de los 1.400 sostenidos con fondos públicos) quiere hacerse hoy con este papel tiene que pagarlo por su cuenta. Eso supone un desembolso de hasta 90 euros en un examen por libre en las escuelas oficiales de idiomas de Galicia o mediante certificadoras privadas.

Las tarifas

En las escuelas de idiomas (según un decreto de la Xunta del 2013) el alumno por libre tiene que pagar 22 euros de apertura de expediente y 68 si es la primera vez que se matricula; 46 euros si es un alumno antiguo. Claro que hay muchas bonificaciones: las familias numerosas pagan la mitad, y todos los beneficiados con una beca pública se examinan de forma gratuita. Personas con discapacidades o víctimas (de violencia machista o de terrorismo, por ejemplo) también están exentas de cualquier pago; y los hijos de profesores de las enseñanzas públicas solo pagan la apertura de expediente. Entre las certificadoras privadas el precio es muy similar, y en Cambridge (PET) es algo menos de 100 euros.

Con el nuevo plan que se anuncia para el próximo curso, acudir a la escuela de idiomas será totalmente gratuito para el estudiante. Lo que no está determinado es qué ocurrirá exactamente con las certificadoras privadas. Según apuntan desde la consellería, este organismo negociará con las diferentes firmas para poder bonificar el examen, bien al cien por cien o bien en una parte, y no se descarta que dependiendo de la renta familiar. En cualquier caso, la disposición del equipo de Román Rodríguez es facilitar al máximo a los alumnos la obtención de la acreditación en idiomas.

Bachilleres mejor preparados

En bachillerato y FP, el objetivo es más ambicioso porque se trata de certificar al máximo número de alumnos en el nivel B2, aunque tardará un mínimo de dos años. No se podrá aprovechar hasta la primavera del 2019: para participar, el estudiante debe cursar un ciclo medio de FP en un centro plurilingüe (también se incluyen los centros de enseñanzas artísticas y deportivas) o bachillerato de excelencia de idiomas. Estas opciones no estarán disponibles hasta el próximo septiembre y la etapa dura dos años, por lo que serán los alumnos que empiecen primero el próximo curso los que al término de segundo puedan examinarse.

En este grupo las expectativas de la consellería son más altas, ya que no hay un cálculo de cuántos estudiantes podrán presentarse a las pruebas. Será, como en el caso de secundaria, totalmente voluntario, y en principio no se ha determinado ninguna criba previa al examen, aunque no se descarta que sea el profesor el que decida de alguna manera -con la nota o cualquier otro sistema- si un alumno está preparado o no para salir airoso del examen.

La prueba del B2 en las escuelas oficiales cuesta igual que la del B1, es decir, hasta 90 euros. Pero otra cosa son las empresas certificadoras privadas, ya que el B2 (es el First o el 46-94 del Toefl) tiene un coste cercano a los 200 euros. Como en el caso anterior, la consellería prevé establecer convenios con las firmas para subvencionar en todo o parte el coste del examen. Hay que tener en cuenta que algunos centros académicos extranjeros exigen determinadas certificaciones para poder acceder a ellos.

Con esta iniciativa, Educación tiene varios objetivos: facilitar a los jóvenes la certificación cuando todavía están estudiando el idioma, teniendo en cuenta que España tendrá que cumplir el compromiso de Bolonia (Cataluña ya lo exige) de que el estudiante certifique un nivel B2 para obtener un título de grado; pero la consellería también quiere asegurarse de que los gallegos puedan cursar un grado bilingüe o en inglés, una apuesta decidida de las universidades gallegas para atraer talento exterior; y por supuesto facilitar a los gallegos estudios en otras universidades, españolas o extranjeras.

Profesores de alto nivel

Todo lo anterior será imposible si no se cumple el propósito principal del programa Edulingüe: que un tercio del profesorado obtenga la certificación C1 (equivalente al Advance o al 94-104 del Toefl). Esto supone que puedan trabajar y vivir perfectamente integrados en el país de destino (de hecho, es difícil obtener el C1 sin una estancia en el extranjero), y por tanto que sean capaces de ofrecer a sus alumnos una enseñanza adecuada del idioma. Para conseguir esto, Educación destinará 70 millones de euros para 18.000 plazas en cursos de aprendizaje.