Vivenda pagará parte de las reformas para adecentar y alquilar pisos vacíos

Juan María Capeáns Garrido
Juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

Esta semana activa el plan Rehaluga con ayudas para obras de hasta 5.500 euros

08 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Consellería de Infraestruturas e Vivenda va a activar esta semana con su publicación en el Diario Oficial de Galicia el plan Rehaluga, una iniciativa que de momento contará con una partida discreta -200.000 euros-, pero que apuntala la filosofía de la Xunta en cuanto a política de viviendas sociales: limitar al máximo la construcción de edificios de nueva planta y apostar por la rehabilitación en el caso de que no reúna los requisitos para su posterior puesta en alquiler destinado a colectivos singulares, desfavorecidos, mujeres víctimas de violencia doméstica, personas mayores o jóvenes que quieran crear un hogar por primera vez.

Fue precisamente el mal estado de algunos inmuebles que se han sumado al Programa de Vivendas Baleiras lo que propició que el equipo de la conselleira Ethel Vázquez haya lanzado esta línea de ayudas, que podrán alcanzar los 4.000 euros por los pisos en comunidades y 5.500 por las viviendas unifamiliares. La Xunta se ha encontrado con un número notable de propiedades que no cumplían los requisitos mínimos exigidos, como la inexistencia de humedades o el correcto funcionamiento de los elementos fundamentales para el bienestar, como la calefacción. Y piensa, además, que si se apoya con dinero público la rehabilitación aparecerán nuevas propiedades candidatas a entrar en la bolsa para fomentar los alquileres sociales, en los que el precio máximo por mes está fijado en 350 euros.

El dinero de la subvención podrá utilizarse para obras de conservación y mantenimiento o cualquier tipo de trabajo que garantice la habitabilidad, así como el correcto funcionamiento de las instalaciones o su adaptación a la normativa vigente. Incluso se podrán acometer ajustes en la distribución interior que no impliquen una alteración sustancial de la propiedad. La fecha de las obras debe ser posterior a la solicitud de inclusión en el Programa de Vivendas Baleiras -cuyas primeras adjudicaciones ya se produjeron días atrás en Ourense-, que debe ir acompañada un informe municipal.

Otras medidas

Las primeras ayudas a fondo perdido del plan Rehaluga son solo una pequeña parte de los 39 millones de euros presupuestados por la Xunta para el 2017 para rehabilitación, de los que se beneficiarán 6.300 familias, según informó Ethel Vázquez en el Parlamento. Esa partida se destina también a financiar trabajos para mejorar la eficiencia energética de los edificios y al desarrollo de otros programas como la recuperación de las viviendas de maestros (400.000 euros) o la concesión de préstamos sin intereses o bonificados a particulares o comunidades de propietarios para afrontar obras de reforma.

Oportunidades para todas las partes, incluidos los bancos con propiedades

La Xunta quiere actuar en las viviendas vacías con respaldo administrativo, y para ello necesita un marco legal que defina con cierta precisión qué es una propiedad desocupada. El departamento que dirige Ethel Vázquez le ha pedido al Ministerio de Fomento que fije las reglas del juego para poder dinamizar este nicho de mercado, pero no va a forzar a ningún propietario a hacer con su inmueble algo contra su voluntad. Se trata, aseguran desde Vivenda, de hacer aflorar «oportunidades» para todas las partes, incluso para los bancos, que tras la crisis se han quedado en Galicia con 2.200 inmuebles -promociones sin vender, desahucios...- y con los que se han firmado convenios para permitir alquileres sociales con mensualidades desde 75 euros.

Una de cada cinco casas, desocupada

Galicia tiene 300.000 viviendas desocupadas, una cifra asombrosa -solo superada por Cataluña y Andalucía, con mucha más población- y muy preocupante en términos relativos, porque coloca a la comunidad a la cabeza del ránking de propiedades vacías con respecto al parque total, un 18,6 %. Apuntar al declive demográfico como responsable está parcialmente justificado, pero los vecinos de Asturias y Castilla y León, con un saldo poblacional peor, están 5 y 3 puntos por debajo. La gran dispersión de localidades sí podría justificar ese repunte gallego, al multiplicarse los fenómenos inmobiliarios en multitud de municipios de tamaño medio y grande. Y después está la crisis, que también ha hecho su trabajo a conciencia: 75.000 de las viviendas vacías se levantaron en los últimos 15 años, coincidiendo con el bum de la construcción y posterior pinchazo, que paralizó las grúas en Galicia, de ahí que las Administraciones siguen dando por buenos los datos del INE, del año 2011. Analizados más al detalle, también afloran situaciones sorprendentes. Por ejemplo, A Coruña es, de las grandes urbes, la que tiene un término municipal más pequeño y ya ha agotado prácticamente su planificación del suelo, y sin embargo cuenta con 19.000 viviendas vacías, 4.000 de ellas construidas en este siglo. Vigo, con más población, tiene unas 500 menos desocupadas, y otras tantas construidas en los tres últimos lustros. En Ferrol, por ejemplo, solo hay 900 pisos nuevos vacíos -esto es, hubo menos actividad inmobiliaria- pero hay 8.300 propiedades sin vecinos, algo menos que en Santiago. Pontevedra no llega a las 7.000, y Ourense y Lugo tienen 14.500 y 12.000 respectivamente.