Las ANPA se niegan a que se vincule transporte escolar con rentabilidad

sara carreira / j. c. REDACCIÓN, SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MARTINA MISER

Feijoo considera «lóxico» aprovechar al máximo lo que se paga con dinero público

05 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los padres de alumnos de la escuela pública gallega no tienen problema en que sus hijos compartan autobús con los vecinos de las zonas rurales, porque los niños tienen un acompañante que vigila por su bienestar. Pero no están tan dispuestos a aceptar que los horarios de los colegios se vinculen a la rentabilidad de las empresas concesionarias de los servicios de transporte. De hecho, creen que en la actualidad ya ocurre y que muchas veces es la disponibilidad del autobús, determinada por la compañía, lo que decide las horas de salida y entrada al colegio, e incluso si hay jornada continua o partida.

El anuncio de la Xunta de que se compartirá autobús en las zonas rurales más deficitarias es una adaptación a las circunstancias, según explicó ayer el presidente de la Xunta tras el Consello. Núñez Feijoo dijo que el departamento de Infraestruturas está trabajando con «todas as garantías», porque el cambio del sistema de transporte por carretera viene precedido de una sentencia. Feijoo se fijó dos objetivos con este proyecto, y le dio importancia al orden de los mismos: ofrecer un buen servicio a los gallegos y que la explotación por parte de las empresas sea equilibrada. «Para iso imos utilizar todos os instrumentos, e aí entra o transporte escolar», explicó el jefe del Ejecutivo, que ve razonable que si un autobús circula por un pueblo por la mañana y a mediodía con plazas libres y se paga con dinero público, «é lóxico» que lo puedan utilizar el resto de ciudadanos gallegos que lo financian siempre que no altere el objetivo principal de ese medio, que es trasladar a los niños a su hora al colegio y a casa. «É un requisito indispensable», zanjó el presidente ante los recelos que pueda generar la iniciativa entre los padres de alumnos.

«Imposición das empresas»

Pero las explicaciones del jefe del Ejecutivo no calmaron a las asociaciones de padres y madres. Desde Anpas Galegas su vicepresidente, Fernando Lacaci, explica que «o problema non está en que o servizo público sexa ambivalente para conseguir un aforro, que iso non está mal; e os nenos comparten o bus na sociedade. O problema é que deixe de ser prioritario o tratamento pedagóxico do ensino público. Temos que decidir a que entran os nenos na clase, as nove? As dez? Ten que estar supeditado ás necesidades dos nenos». Y eso ya no ocurre ahora, dice: «No transporte escolar hai unha visión economicista que non escoita a realidade do que está pasando. É unha imposición absoluta das concesionarias».

Casi hay unanimidad entre Anpas Galegas y la otra gran agrupación de padres de la enseñanza pública, Confapa (Ceapa Galicia). Rogelio Carballo, nuevo presidente de la agrupación, a falta de un acuerdo de la Confapa sobre el asunto, cree que no puede «recaer la rentabilidad sobre el servicio de transporte escolar», y espera que la Xunta «tenga la precaución de contar con las familias antes de tomar una decisión» que les afecta tan de lleno. Recuerda Carballo que la fusión de ambos servicios -regular y escolar- ya se realiza en algunos lugares (Aragón, por ejemplo), donde ha generado algún problema puntual. Pero no solo eso: «Ya sufrimos las consecuencias de rutas inflexibles, que impide a algunos niños hacer una vida razonable, al colegio ampliar el número de aulas o incluso decidir entre jornadas únicas o partidas», y el nuevo sistema anunciado puede «ralentizar las líneas escolares».

Un servicio que ya puso en marcha el bipartito en el 2007

En marzo del 2007 las consellerías de Política Social y Educación ponían en marcha el plan TES+BUS, gracias al cual doce concellos rurales gallegos combinaban el transporte escolar con el de viajeros. Eran 34 rutas y desde entonces a final de curso lo usaron 2.306 pasajeros adultos. Al curso siguiente pasó a 34 concellos y 113 rutas y hasta febrero lo usaron 4.736 pasajeros. En octubre del 2008 eran 53 concellos con 203 rutas; acabó ese curso con 93 ayuntamientos y 354 rutas. En verano no funcionaba y en el 2012 comenzó a declinar.