Villares intenta rebajar la tensión en En Marea: «Aquí non sobra ninguén»

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Los dirigentes creen que «no procede» hablar de las traiciones denunciadas por Beiras

28 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El consello das mareas se reunirá mañana, un mes después del encuentro en el que se votó la coordinadora, lo que provocó un fuerte malestar en distintas corrientes del partido que entendían que en esa dirección no estaban representados todos. Y si bien en los últimos días las acusaciones y declaraciones cruzadas se dejaron de lado a la espera de ese encuentro, la cita se vio enturbiada recientemente por el documento presentado por Yolanda Díaz a la asamblea de Esquerda Unida -en el que criticaba el proceso de En Marea- y por las posteriores declaraciones radiofónicas de Xosé Manuel Beiras en las que restaba legitimidad a Díaz porque, según el dirigente nacionalista, la coordinadora de EU lo había traicionado, dejando caer que no había sido la única, aunque sin dar más nombres.

Consciente de su papel como árbitro y de la proximidad del consello das mareas, Luís Villares quiso ayer rebajar la tensión y, en referencia a los desencuentros entre Díaz y Beiras, dijo en una visita en A Pobra que «no espazo político de En Marea non sobra ninguén, aínda falta moita xente». Coincidió con el histórico líder de la izquierda en Galicia en que el partido está todavía en proceso de formación: «O que a cidadanía de Galicia necesita é unha alternativa na que poder confiar con clave de transformación e que se opoña ao goberno catastrófico do Partido Popular. Esa é a clave na que falaba Beiras».

Los demás dirigentes del partido prefirieron también guardar silencio. Eva Solla, posible relevo de Yolanda Díaz al frente de EU, rechazó entrar en la polémica, y Antón Sánchez, líder de Anova, dijo que no procedía. Tampoco quisieron hacer valoraciones ni el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, ni el de Ferrol, Jorge Suárez, ni el de A Coruña, Xulio Ferreiro. Y la secretaria xeral de Podemos Galicia, Carmen Santos, declinó igualmente entrar en la polémica.

Nuevas decisiones

Con esa tensión soterrada y el partido dividido entre quienes apoyan la línea emprendida por Villares y por la nueva coordinadora y quienes esperan retomar la que entienden como senda «fundacional» de la organización, mañana se reunirán de nuevo los 35 miembros del consello das mareas para tomar una serie de decisiones necesarias en ese «proceso de construcción» de la alternativa política del que hablaban tanto Beiras como Villares. Entre otras cuestiones, el consello das mareas deberá dar el visto bueno a la propia coordinadora, así como a los cargos establecidos en su seno: Luís Villares como portavoz, Victoria Esteban y Ana Seijas como viceportavoces y Pancho Casal como representante del grupo parlamentario en la dirección. También se debatirán los reglamentos del consello das mareas y de la coordinadora y el plan de territorialización que tiene como finalidad llegar a todos los rincones de Galicia.

La coordinadora también propuso que en la primera quincena de julio se celebre el plenario, atendiendo a la obligación de convocarlo cada seis meses. Será en ese foro de inscritos -En Marea cuenta con 2.132 en la actualidad- en el que se debatan las líneas políticas y en el que los sectores críticos traten de hacer prevalecer sus posiciones.