«¿Quién comete delito al reenviar las fotos de tu pareja?»

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

Una asociación da charlas en colegios para informar a menores

24 abr 2017 . Actualizado a las 09:41 h.

Cuarenta chicos y chicas de segundo de ESO de un instituto urbano, cualquiera de Galicia. Ana, la monitora de la Asociación Arela les habla de la ley del menor en el programa Ktorce18 (las edades a las que afecta la ley), que promueve la entidad junto a la Fundación Barrié. Les informan de sus obligaciones, de qué les pasa si cometen un delito y cuándo es verdaderamente tal. Les pone un vídeo de una temática recurrente: una chica envía una foto desnuda a su novio, este se la manda a un amigo y este a otro y este a otro más... La chica y sus padres reciben la foto. Fin del vídeo. «¿Quién comete delito en esta historia?», pregunta la formadora. «Todos», dicen a coro los alumnos. «¿Todos, estáis seguros?», insiste ella. Comienzan las dudas y entre el «todos» más repetido aparece un «los dos» (la chica y su novio). La guinda la pone una niña: «Pasar fotos íntimas es culpa de ella por hacérselas». Ana no se inmuta, lo ha oído cientos de veces, pero les abre los ojos: «El delito lo cometen todos menos la chica. Reenviar fotos íntimas es delito y la Guardia Civil va a saber que lo hicisteis aunque después las borréis». Se abre el debate: «¿Para qué le pasa la foto entonces ella, para excitarlo?», dice un rapaz. Y la monitora pone el acento también en el machismo «¿Si la foto fuese de un chico le costaría la reputación?». Silencio. Murmullos. «¡Yo no sabía que erais tan carcas!», bromea.

Es una charla distendida. Se habla de robos, lesiones y abusos, pero Arela y la Barrié no quieren pontificar, sino ayudar. Por ejemplo, Ana no les dice a las chicas que no les manden fotos desnudas a sus novios (es tan útil como decirles que no beban), sino algo que les resulta más cercano: «Lo que se comparte de forma privada, ya sea una foto desnuda o un problema en casa, jamás se cuenta, no se traiciona».

Otro vídeo. Un chico discute con su novia porque él le envió un mensaje, ella lo vio (doble check) y no le contestó. «Esto no eran celos -dice de nuevo una niña-, es que estaba preocupado». «No son celos -Ana se pone seria- es la primera alarma de la violencia de género», y explica: «Él quiere evitar que ella le ponga los cuernos, pero, vamos, ¿cuántos años hace que existe el WhatsApp? ¿Y cuántos que la gente se pone los cuernos? Mirar si hay doble check no te evita el engaño. Tienes que confiar en tu pareja».

Otro vídeo, divertido, compara tener sexo con tomar el té: «Si le ofreces a alguien una taza de té y no se le ve muy convencido, no se la haces tragar, ¿verdad? Pues si es fácil con el té, tendría que serlo con el sexo». Risas.

Son casi dos horas de explicaciones. Algunos asuntos despiertan mucho interés: «¿Cuántas plantas de marihuana se pueden tener en casa?». «Dos», «tres» son las respuestas más repetidas. Niños de 13 años. «Ninguna -recalca Ana-: el consumo está permitido, pero el cultivo, penalizado». No parecen convencidos, pero suena el timbre y se van.