«É un xesto imprescindible», justifican en el cuatripartito formado por socialistas, mareas y nacionalistas
22 abr 2017 . Actualizado a las 21:40 h.Hace cinco años, el PP de Cambados anunció la colocación de una estatua de Manuel Fraga, presidente de la Xunta desde el año 1990 al 2005, para agradecerle toda la labor llevada a cabo en el sector del albariño. La medida no gustó a la oposición de izquierdas y generó una gran polémica en el municipio (13.000 habitantes). Tanta, que finalmente fue instalada a primera hora de la mañana y sin ningún tipo de ceremonia. Pero en el 2015 los conservadores perdieron la alcaldía después de 28 años en el poder. El relevo lo tomó un cuatripartito integrado por PSOE, BNG, Somos Cambados (una marca de las Mareas) y Cambados Pode, independiente. Ayer, «á luz do día e con testigos», el nuevo gobierno ordenó la retirada de la escultura. «En Cambados non segue gobernado o PP e iso ten que notarse en determinados xestos», explicó el concejal de Cultura, Víctor Caamaño (BNG). Sacar la escultura «é un xesto imprescindible dun goberno de esquerdas».
«Iso nunca debeu estar aí», dijo el edil, quien añadió que «esa é unha figura de recordo negativo franquista». Afirmó que el PP quiso «vincular a Manuel Fraga coa Festa do Albariño, e esa é unha festa do pobo». Calificó de oscurantismo lo que rodeó a la compra: «Tentouse simular que fora un grupo de viticultores quen a mercaran, pero no Concello non temos documentación de como se fixo. Cremos que nin sequera está pagada». Por eso se decidió devolverla al taller del artista que la creó, por lo menos, de momento.
El socio independiente del gobierno local se desmarca de la medida
Caamaño reconoció que la retirada de la estatua de Fraga no cuenta con el respaldo de todas las formaciones que integran el gobierno cambadés. «Foi unha decisión que conta co apoio da maioría do goberno», explicó. De hecho, en el acto estuvieron presentes la alcaldesa, Fátima Abal (PSOE), y los concejales de Somos, Tino Cordal y Xurxo Charlín, que recordaron que en su día lucharon para evitar que esta pieza se colocase. «Fraga foi un ministro de Franco, e hai unha lei da memoria histórica que obriga a retirar os símbolos franquistas», argumentó la regidora.
El gran ausente de este acto fue el concejal de Cambados Pode, la cuarta fuerza política que forma parte del gobierno municipal. José Ramón Abal discrepa del acuerdo que tomaron sus compañeros. El PP por su parte mostró su «repulsa a esta actuación. Non hai que xustificar todo o que fixo Fraga polo Albariño. Isto vailles pasar factura».