El Gobierno central busca atenuar políticamente el efecto de la caída de la inversión

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Xoán A. Soler

De cualquier comparación con la bajísima ejecución presupuestaria que arrastra Galicia saldrán unos Presupuestos triunfantes

04 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno central está haciendo todo tipo de malabarismos para que la caída en la inversión que este año va a sufrir Galicia, de la que la Xunta ya es consciente desde hace días y hacia la que ha mostrado una comprensión crítica, tenga un efecto pacífico en el Gobierno de Feijoo. Llama especialmente la atención que ahora las comparaciones de las cifras de los Presupuestos se establezcan con la ejecución presupuestaria, un asunto que hasta hace poco se trataba como un secreto de Estado para que la Ley de Presupuestos no quedara como lo que realmente ha terminado siendo: una declaración de intenciones que puede o no convertirse en realidad. Pero hay que reconocer que es un recurso habilidoso: de cualquier comparación con la bajísima ejecución presupuestaria que arrastra históricamente Galicia, y especialmente la del año pasado, saldrán unos Presupuestos triunfantes. Es decir, por arte de magia la bajada se convertirá en un gran salto adelante. La visita de la vicepresidenta para mezclar churras con merinas -financiación autonómica con política presupuestaria- es parte de esta estrategia para que la Xunta no crea que, por ser buena y eficiente, acabará pagando los platos rotos de los que no cumplen con la estabilidad presupuestaria. La cifra que trajo la vicepresidenta en su maletín de viaje está descontextualizada, no puede de momento compararse con otras comunidades, así que es difícil saber si es un premio al fervor antidéficit o un simple reparto burocrático vendido como un premio.

El presidente Feijoo parece que ha comprado esa comparación de las partidas presupuestarias con la ejecución efectiva, pero no para minimizar el impacto de la bajada, sino en el interés de que en los últimos seis meses de este año -las cuentas que hoy se presentan en el Congreso solo cubrirán medio año- se pueda gastar más dinero en el nuevo acceso ferroviario a Galicia que lo que se desembolsó el año pasado, lastrado por un larguísimo Gobierno en funciones y por el bloqueo de media docena de tramos. A fecha de junio del año pasado -todavía no hay datos del ejercicio completo- solo se había gastado el 16,6 % de lo presupuestado. En el 2015, solo el 40 %. Así que ante las cifras que se presenten hoy, mucho escepticismo.