Ferraz decidirá en breve si prorroga a Pilar Cancela o nombra una nueva dirección
14 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La comisión gestora que desde hace un año conduce los destinos del PSOE gallego lleva semanas en una especie de estado de coma, debatiéndose entre la continuidad y la disolución desde que Ferraz decidió podarle las alas al retirarle las principales competencias que tenía, como son la convocatoria de unas primarias o de un congreso para poner fin a su interinidad. Y ahora es también una gestora instalada en el limbo. El mandato con el que nació expiró la semana pasada, así que cualquier reunión que celebre o decisión que tome carecerá de toda validez. La pelota está ahora sobre el tejado de Ferraz, que deberá decidir en breve si prorroga el mandato de la comisión que dirige Pilar Cancela o si esta vez opta por nombrar una nueva gestora.
En diferentes canales internos de comunicación manejados por los socialistas gallegos han empezado a especular con la posibilidad de que se pueda nombrar una nueva gestora para dirigir el PSdeG. Uno de los mensajes incluso apunta, de forma interesada, a una intervención directa de la dirección federal, nombrando presidente de la gestora gallega al responsable de organización de Ferraz, el andaluz Mario Jiménez, con el senador lucense Ricardo Varela como vicepresidente. Fuentes de Ferraz desmintieron de forma tajante tal posibilidad, arguyendo que solo tiene por objeto sembrar la discordia en el seno del partido.
En todo caso, Ferraz sí que está obligado a tomar una decisión en Galicia «en los próximos días», una vez que expiró el mandato de la gestora gallega el pasado día 9. Esta dirección provisional, capitaneada por la diputada Pilar Cancela, fue nombrada el 18 de marzo del 2016, para cubrir el hueco dejado por la dimisión de José Ramón Gómez Besteiro como secretario general del PSdeG.
El mandato inicial
El mandato con el que nació tenía un período de vigencia de seis meses, hasta el 18 de septiembre, tiempo que establecía Ferraz para que en Galicia se pudieran celebrar unas elecciones primarias para elegir el candidato a la presidencia de la Xunta, como así ocurrió, y el correspondiente congreso para escoger al líder orgánico, algo que quedó pospuesto.
Pero antes de que la gestora gallega agotara su mandato, la dirección federal, todavía con Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, decidió prorrogarla por seis meses más el 9 de septiembre del 2016, primer día de la campaña de las elecciones autonómicas en Galicia.
Dicha prórroga concluyó el pasado jueves, y ahora es el nuevo equipo instalado en Ferraz, dirigido por Javier Fernández como presidente de la gestora federal, el que tiene que tomar la decisión sobre si prorrogar nuevamente una gestora desprestigiada y sobre la cual cayeron infinidad de críticas, procedentes casi todas ellas de la provincia de Pontevedra y del entorno de Abel Caballero.
Período de consultas
Fuentes consultadas en el partido indicaron que en Ferraz han optado por «tomarse su tiempo» para abrir una ronda de consultas e intentar hacer las cosas bien. Y es que la gestora de Javier Fernández decidió en su momento aceptar lo que le venía dado en Galicia, es decir, no tocar un pelo de la gestora que estaba operativa a nivel gallego, ni tampoco la que se había creado, con Luis Ángel Lago Lage al frente, para dirigir el partido en la provincia de Lugo.
El equipo que sustituyó en Ferraz a Pedro Sánchez tras su defenestración asumió como propia la prórroga de seis meses para la gestora del PSdeG firmada en septiembre del 2016 por César Luena como secretario de organización. Pero eso no significa que ahora, una vez que tiene las manos libres para decidir, vaya a hacer lo mismo Mario Jiménez, responsable de organización, firmando una nueva prórroga.
Las especulaciones están desatadas en el seno del PSdeG y todo indica que, esta vez, sí puede haber un cambio de rumbo al frente del partido en Galicia que saque a la gestora del estado de coma en el que ha caído hace algunas semanas, perdiendo la capacidad de coordinar al grupo parlamentario o de trazar la estrategia política a seguir, que también eran sus funciones.