Los chistes machistas del alcalde de Noia en el Día de la Mujer desatan una tormenta política
GALICIA
El regidor se disculpó ayer por sus «desafortunadas palabras», pero formaciones como EU piden su dimisión
10 mar 2017 . Actualizado a las 14:41 h.Noia, un municipio coruñés con 14.337 habitantes, se convirtió ayer en trending topic, para disgusto de su alcalde, Santiago Freire. El regidor del PP participaba en un acto con motivo del Día Internacional de la Mujer cuando decidió incorporar a su discurso una serie de chistes machistas que han desatado una tormenta política, en el municipio y fuera de él. El BNG presentó ayer mismo una iniciativa parlamentaria pidiendo explicaciones al presidente de la Xunta sobre los «pretendidos chistes e comentarios vexatorios» vertidos por el mandatario noiés, mientras que Esquerda Unida Barbanza fue más allá al pedir su inmediata dimisión «pola súa repugnante mostra de machismo e misoxinia».
Para conmemorar el 8 de marzo, el Concello organizó un homenaje a una mariscadora, y durante su intervención, el alcalde, pretendiendo añadir un toque «jocoso» al acto, sembró la polémica: «A muller é capaz de sangrar sen cortarse, é capaz de dar a luz sen corrente e é capaz de tocar as narices sen acercarse». Y, tras reconocer que se trataba de «un chiste fácil», añadió: «Son moitas as dificultades fisiolóxicas que ten con respecto ao home que en ocasións fai que ese traballo que teñen que facer de forza física se lle complique».
La reacción no se hizo esperar y a primera hora de la mañana de ayer los partidos de la oposición (PSOE, En Marea y BNG) emitieron un comunicado conjunto denunciando las expresiones machistas pronunciadas por Freire. Los tres grupos tenían previsto reunirse ayer por la tarde para «ditaminar as accións a seguir ante a gravidade do acontecido», pero insistieron en que esas expresiones «non se poden tolerar por parte dun cargo institucional ao que se lle presume exemplaridade».
«Un minuto fatal»
Por su parte, el alcalde de Noia se disculpó por sus «desafortunadas palabras» y quiso ponerlas en contexto: «Foi un minuto fatal nun discurso no que, lonxe de querer atacar ás mulleres, o que quería era mostrar a miña máxima admiración á súa figura».
Santiago Freire reconoció que el chiste pudo estar fuera de lugar, pero reiteró que su intención no era ofender a nadie y que durante todo su discurso defendió el papel fundamental de la mujer.