Oubiña fue sancionado con 60 días sin permiso tras darle el tercer grado

GALICIA

BENITO ORDOÑEZ

Se le impuso por el incidente con un funcionario por tener la barba demasiado larga cuando regresaba de un permiso para someterse a una biopsia

03 mar 2017 . Actualizado a las 12:50 h.

La junta de tratamiento penitenciario de la prisión madrileña de Navalcarnero se reunió ayer, como cada jueves, de forma ordinaria. Uno de los temas que estaba sobre la mesa era la situación del cambadés Laureano Oubiña. Este órgano interno tendría que haber decidido qué régimen de tercer grado se le otorga al arousano, algo que al cierre de esta edición no conocían ni su defensa ni su familia.

Lo que sí trascendió es la sanción impuesta a Oubiña por el incidente que tuvo con un funcionario del citado penal a raíz de que el preso gallego tenía la barba demasiado larga cuando regresaba de un permiso de varias horas para someterse a una biopsia por los dos cánceres que tiene diagnosticados. Lo curioso, según explican en el entorno de Oubiña, es que dicha sanción no debería aplicarse, ya que ayer se cumplían seis días desde que la Audiencia Nacional emitió un auto en firme concediéndole el tercer grado.

Añaden las mismas fuentes que la junta de tratamiento penitenciario tendría que haber fijado el día en el que saldrá en libertad, además de sobre qué régimen de tercer grado se le concederá. Pero la realidad, al cierre de esta edición, es que nadie recibió comunicación alguna. En su entorno recuerdan que Oubiña lleva toda la semana residiendo en un módulo destinado a presos que están a las puertas de obtener el citado tercer grado, algo que el arousano ya tiene desde hace una semana. Por eso, ayer por la noche eran muchas las incógnitas que preocupaban tanto a su defensa como a la familia.

Lo que sigue dándose por válido, a pesar de la confusión que hubo durante el día de ayer en todo lo relacionado con la situación de Oubiña, es que el arousano tendrá que someterse a una de estas tres opciones: la primera es que lleve una pulsera telemática que durante la noche confirme que se encuentra en su casa; la segunda es que tenga que regresar a prisión cada noche para dormir; la tercera, y puede que la más probable, es que tenga que dormir de lunes a jueves en el centro de inserción más próximo a su vivienda.