El donjuán gallego, antes de su ingreso en prisión: «No paro de recibir llamadas amenazantes»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

La defensa trató de que se le aplicara la doctrina de Urdangarin

25 feb 2017 . Actualizado a las 21:56 h.

«Yo no quiero ingresar en prisión». Su lamento compungido no le sirvió de nada a Rodrigo Nogueira Iglesias, conocido como el donjuán de Marín. Tras apenas diez minutos de vista oral, el juez Juan José Trashorras, titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Pontevedra, decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza para garantizar, de este modo, su asistencia al juicio por una supuesta estafa a un establecimiento de hostelería que se celebrará el 28 de marzo.

Previamente, la fiscala del caso recordó que se enfrenta a una petición de pena superior a los dos años de cárcel -dos años y un día, en el caso del ministerio público; tres años, en el supuesto de la acusación particular-, que existen indicios de responsabilidad criminal y que el internamiento penitenciario buscaría asegurar su presencia en el juicio. En este sentido, recordó que, ya el pasado octubre, no acudió a la vista oral, lo que, a la postre, motivó que se dictara la orden de detención.

La acusación particular se adhirió a estos argumentos. Insistió en que Rodrigo «no ha mostrado nunca interés en colaborar con la Justicia y ha realizado actos tendentes a evitarla». El letrado aludió a que, tras una detención y puesta a disposición judicial en Guecho, «después de haber prestado declaración se ausentó de las dependencias judiciales sin dar aviso y, posteriormente, nunca comunicó sus cambios de domicilio».

Frente a tales tesis, la defensa se opuso al ingreso en prisión al considerar que sería suficiente con ordenar a su cliente comparecencias periódicas en un juzgado o la retirada del pasaporte para garantizar su presencia en el juicio por estafa. E incluso señaló que entraría dentro de lo razonable que se le impusiese el pago de una fianza «dentro de sus posibilidades económicas» para eludir la prisión preventiva.

A la hora de sustentar sus tesis, la abogada explicó que su cliente si no acudió al juicio por estafa fue por cuestiones de trabajo: «Tenía un horario laboral que salía a las doce de la noche y no le iba a ser posible llegar desde Aranda del Duero ese día al juicio. No podía venir porque había encontrado un trabajo hacía escasos días».

La abogada no dudó en calificar la prisión preventiva de «desproporcionada», toda vez que «en el caso Noós, con penas superiores, incluso el propio fiscal considera que las comparecencias apud acta garantizan la presencia de los acusados, evitan el riesgo de fuga».

«La situación personal en la que yo me encuentro ahora mismo es grave». Fueron las primeras palabras que el donjuán gallego dirigió al magistrado pontevedrés. «No paro de recibir llamadas amenazantes, de que si pongo un pie en tal sitio me van a partir la cara, me van a matar... Me reconocen por la calle».

«No me explique su vida», le cortó el juez. Al mismo tiempo, le invitó a circunscribirse únicamente a las circunstancias relacionadas con la vista oral y el proceso judicial por estafa.

La respuesta de Rodrigo Nogueira no se hizo esperar: «Solo pienso en trabajar en lo que estoy haciendo ahora mismo, ganar todo el dinero posible para poder pagar a la Quinta de San Amaro la parte que se considere oportuna». Tras apoyar la tesis de su abogada -«si tengo que firmar en el juzgado lo haré sin problema alguno»-, aseguró que sus actuales jefes conocen su situación y lo apoyan en esto.

Tras conocer la decisión del juez, algunas de las víctimas reconocieron ayer estar «mucho más tranquilas».