El conductor del accidente mortal de Monterrei triplicaba la tasa legal de alcohol

La Voz OURENSE / LA VOZ

GALICIA

El joven de Laza ya había tenido problemas de infracciones graves en la carretera

21 feb 2018 . Actualizado a las 15:01 h.

El factor alcohol estuvo presente en el accidente mortal que costó la vida a dos jóvenes de la comarca ourensana de Monterrei en la madrugada del 26 de diciembre del año pasado. El informe toxicológico realizado para completar la autopsia de los infortunados veinteañeros concluyó que el conductor del Audi 90, que se estrelló contra un poste de hormigón en la localidad de A Pousa, había consumido mucho alcohol, muy por encima de la tasa legal permitida (0,25) e incluso de la tasa penal.

El análisis realizado a los restos de Pablo Queija Pérez, vecino de Laza, reveló una tasa de alcohol en sangre de 1,70 miligramos por litro, lo que equivale a 0,85 miligramos en aire espirado, que es como se mide cuando se hacen las pruebas de alcoholemia en carretera. La tasa penal es de 0,60 mg/l. Por encima de ese nivel, cualquier conductor comete un delito contra la seguridad del tráfico. Sin embargo, en este caso, al haber muerto el conductor se extinguió la responsabilidad penal.

El alcohol fue un factor determinante -por la euforia que causa, reduciendo la sensación de riesgo en la conducción- en este accidente mortal, que segó la vida de dos jóvenes de 20 años, la de Pablo Queija y la de su novia, Nerea Fernández Barreira -hija del secretario provincial y diputado autonómico del PSOE, Raúl Fernández- que lo acompañaba en el coche. Habían recorrido pocos kilómetros cuando sufrieron el siniestro. Al alcohol se unió un exceso de velocidad. El Audi 90 tomó en línea recta las dos curvas de A Pousa y se salió de la sinuosa vía hacia un prado, donde recorrió cien metros con un desplazamiento lateral hasta impactar contra el poste de la luz, que se dobló por la mitad y cayó sobre el vehículo, matando a los ocupantes.

Pese a su juventud, el joven de Laza ya había tenido problemas de infracciones graves en la carretera, según pudo saber este periódico de fuentes conocedoras. Se le habían retirado puntos del carné por denuncias por conducción temeraria, alcoholemia positiva en el casco urbano de Verín y por exceso de velocidad. No obstante, hizo un curso de recuperación, por lo que tenía el carné vigente cuando sufrió el siniestro.