Los dueños de viviendas turísticas se rebelan contra el decreto de la Xunta

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

Anuncian que recurrirán ante el TSXG la norma que obliga a regularizar esos alojamientos

13 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La rebelión de los propietarios de viviendas en alquiler para uso turístico se organiza. La asamblea celebrada en Sanxenxo suscitó el interés de afectados de buena parte de Galicia y tomó la decisión de acudir a la Justicia para frenar el decreto aprobado por el Consello de la Xunta y que se publicó en el DOG el viernes. Dulcinea Aguín, la presidenta de Aviturga (Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia), el colectivo que agrupa a los opositores al decreto, lo tiene claro: el decreto autonómico hace aguas por todas partes y su aplicación «es lesiva para los intereses de los propietarios».

La Axencia de Turismo de Galicia inicia una ronda por comarcas para explicar la normativa. Además de regular las figuras de apartotel y de vivienda turística -aquellas casas exentas que se destinan al alquiler turístico todo el año-, ahora introduce la categoría de vivienda de uso turístico. Es decir, se regulan las viviendas que los particulares alquilan principalmente en verano o en Semana Santa. Dulcinea Aguín incide en que su colectivo no se opone a la regularización de este sector, sino al decreto aprobado por la Xunta. «No se nos tuvo en cuenta», precisa.

Los afectados de Aviturga recurrirán al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en base a tres principios básicos. Por un lado, hallan defecto en la elaboración del documento. «Nadie nos ha consultado». En segundo lugar, el decreto, desde su punto de vista, «atenta contra el derecho de propiedad». No entienden los propietarios de pisos y viviendas de uso turístico que el Ayuntamiento o una comunidad de vecinos impongan un veto al alquiler de sus propiedades, o que lo limite. Tercero, «hay que legislar sobre turismo y no sobre urbanismo».

El último punto se refiere a las dificultades burocráticas que, según Aguín, ya se están encontrando los vecinos que quieren alquilar en el verano. Para incluir un piso o una casa como vivienda de uso turístico, habrá que apuntarse en un registro autonómico. Para hacerlo, es necesario pagar una tasa, hacer una declaración de responsabilidad, tener un seguro y disponer de un documento del Concello como la licencia de ocupación. «No es tan fácil como nos venden desde Turismo», puntualiza Aguín. Afirma que hay casos donde los inspectores de la Xunta, después de visitar una propiedad, no encuentran problemas para dar el visto bueno, pero que esta posibilidad choca contra la barrera de técnicos municipales, que pueden exigir, por ejemplo, la supresión de barreras arquitectónicas. Es una medida que aunque no figura en el decreto, sí exigen ya algunos concellos. Otros problemas están relacionados con las casas fuera de ordenación a la hora de conseguir los justificantes de los ayuntamientos. La presidenta de Aviturga cree que el decreto ha dejado en el aire la situación de miles de casas que no podrán alquilar, mientras que otras en iguales condiciones de concellos cercanos sí podrán hacerlo. El criterio no es uniforme si queda a expensas de los concellos, cree.

En Semana Santa aún se podrá alquilar como hasta ahora, pero en verano ya no. El decreto entra en vigor el 10 de mayo y Aviturga pedirá al alto tribunal que eso no pase hasta que se resuelva su recurso judicial.