El tiempo medio de interrupción eléctrica ha empeorado por segundo año seguido
10 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Las compañías eléctricas manejan un índice muy importante para ellas, y también para el Ministerio de Energía, ante el que deben rendir cuentas, que habla de la calidad del suministro que ofrecen a sus clientes. Se denomina TIEPI, esto es, el tiempo de interrupción equivalente de la potencia instada, y son los minutos que cada consumidor se queda de media sin luz a lo largo de un año. Cada uno de los clientes gallegos de Unión Fenosa Distribución, con 1,5 millones de abonados en la comunidad, estuvo a oscuras durante el 2016 durante algo más de una hora. Exactamente, durante 74 minutos, según datos proporcionados por la propia compañía. Ese tiempo multiplica casi por seis los 13 minutos registrados de media por los clientes madrileños, y casi por dos los 43 de la media nacional de la misma compañía.
Juan José Picón, director de Unión Fenosa Distribución en Galicia, subraya, para empezar, que no se pueden comparar dos territorios de orografía y características tan diferentes como la comunidad gallega, con predominio de zonas rurales, y la capital de España, de estructura claramente urbana. Y destaca que, por ejemplo, el TIEPI en el entorno urbano gallego desciende hasta los 23 minutos, aún así diez más que en Madrid.
Aquí, en Galicia, aclara Picón, «tenemos más territorio rural que nadie» plagado de cientos de núcleos de población dispersos, lo que dificulta sobremanera las tareas de mantenimiento de las líneas. Por eso, añade Picón, en Galicia también es más fácil que se produzcan averías sobre todo cuando llegan temporales como los que acaban de azotar a la comunidad. Unión Fenosa Distribución cuenta en Galicia con 58.000 kilómetros de líneas eléctricas, el 80 % de ellos aéreos, que conforman una suerte de «racimos de uvas» para llevar el suministro a todas las viviendas. La mayoría de esos cables, además, discurren entre arbolado, sobre todo, eucaliptos de gran porte. El director de la compañía aclara que los últimos apagones se produjeron por la caída de árboles sobre los tendidos, pero que estaban plantados fuera de la zona de servidumbre de los tendidos, es decir, en terrenos de cuyo mantenimiento no debe encargarse la empresa.
Medio millón sin luz
Sea como fuere, medio millón de gallegos padecieron cortes de luz provocados por los últimos temporales y la Xunta ha abierto un expediente para investigar si la respuesta de la distribuidora fue la adecuada.
Picón reconoce que el TIEPI se disparará este año en Galicia como consecuencia de esos apagones. Será el tercer año consecutivo que suba. Ese índice pasó de los 59,5 minutos del 2014, a los 61 del 2015 y acabó el 2016 en 74. En ese último ejercicio, el índice escaló de golpe 13 minutos, no por los temporales, sino como consecuencia de un incidente en la subestación de Villalonga, en la provincia de Pontevedra, en enero pasado. La instalación se incendió y dejó sin suministro a 20.000 clientes de los concellos de Sanxenxo, O Grove y Meaño.
Sin ese incidente, el TIEPI hubiera cerrado el 2016 en 61 minutos, los mismos que el año anterior, según la compañía.
Cables que darían la vuelta al mundo
Los temporales ponen a prueba año tras año a Unión Fenosa Distribución. La compañía, filial de Gas Natural Fenosa, posee en la comunidad el 41 % de sus clientes, pero por la orografía y dispersión poblacional cuenta aquí con el 60 % de todas sus redes aéreas de media y baja tensión. Son 48.240 kilómetros de tendidos (más 10.000 enterrados, sobre todo en las ciudades), más que el perímetro de la Tierra (40.075 kilómetros).
La compañía se defiende de las críticas desatadas por la duración de los cortes de luz, en algunos casos de varios días, provocados por los temporales, y avanza que cada año invierte de media en Galicia 100 millones de euros. Este dinero, añade la empresa, le ha permitido mejorar el tiempo medio de interrupción del suministro por cliente. Sin embargo, está todavía a años luz de la media nacional de la compañía.