Ese escaño les permitiría dimitir en el Gobierno a meses de las municipales sin desaparecer de la primera línea política y sin renunciar a un buen sueldo
30 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En el PPdeG no se mueve un papel desde la victoria autonómica sin que pase el silencioso filtro de la sucesión o el de la proyección de candidatos hacia las municipales del 2019. La espina está clavada desde el batacazo del 2015 y este último movimiento tiene también una lectura local, por cuanto coloca a al menos cuatro alcaldables en la siempre agradecida plataforma legislativa.
Que José Manuel Rey Varela y Beatriz Mato sigan en la Cámara al tiempo que son conselleiros puede tener múltiples interpretaciones, pero una de las más evidentes es que ese escaño les permitiría dimitir en el Gobierno a meses de las municipales sin desaparecer de la primera línea política y sin renunciar a un buen sueldo público durante la larga precampaña que se espera. Sus destinos serían, respectivamente, Ferrol y A Coruña, donde el primero mantiene un alto aprecio ciudadano y puede tener la alcaldía a tiro de piedra. Por su parte, Mato es en estos momentos el rostro popular con más posibilidades de ocupar el cartel electoral, aunque solo dará el paso si ve un entorno propicio, avalada por Feijoo y con una asamblea volcada tras el inminente congreso local.
Pontevedra es, junto a Lugo, la otra ciudad en la que el PP no tiene todavía un candidato claro. El actual portavoz popular municipal, Jacobo Moreira, entra en esta tanda en el Parlamento -iba en el 18 de la lista-, en el que ya está asentada como titular Lupe Murillo, que ocupó el quinto lugar. La empresaria y presidenta del Pontevedra podría ser una carta valiosa para medir el desgaste del nacionalista Fernández Lores y para tratar de recuperar la Diputación provincial.