La ausencia de lluvia empieza a secar pozos en Galicia en pleno invierno

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Jose Manuel Casal

La Xunta afirma que en los grandes sistemas de abastecimiento el suministro está garantizado

21 ene 2017 . Actualizado a las 09:01 h.

En la comunidad de la lluvia, y en pleno mes de enero, algunos núcleos de población de Galicia están teniendo problemas de abastecimiento de agua. Son, fundamentalmente, traídas y pozos vecinales que se han secado por la falta de lluvias y, en algún caso, han tenido que ser abastecidos con cisternas o motobombas. En Vilamartín de Valdeorras (Ourense) la situación está empezando a ser preocupante. Ayer mismo la técnico municipal remataba un informe para enviar a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil pidiendo que el Concello pueda bombear directamente del río Leira, un afluente del Sil. La situación se debe a que la captación que abastece a los pueblos de Valdegodos y Arcos está muy menguada, por lo que el agua que llega al depósito no basta. «De momento non estamos tendo problemas, pero se seguimos así, dentro de nada teremos que empezar coas restricións», explica el alcalde, Enrique Álvarez.

En Allariz fue necesario llevar agua al núcleo de Penamá, un lugar que suele tener problemas en verano, pero que está atravesando dificultades en este comienzo de año. Lo mismo ocurre en Celanova, donde una motobomba abastece de agua a Cavadoiro. En Bande no se han aplicado por el momento restricciones, pero están «al límite», decían ayer desde el Concello, y temen tener que hacerlo en pocos días si la situación no mejora.

En Negreira los problemas surgieron hace ya algunas semanas. Vecinos de varios núcleos trasladaron al Ayuntamiento sus problemas de escasez de agua. En algunos casos, la solución fue surtir los depósitos vacíos desde la traída municipal por medio de camiones cisterna. En otros lugares se optó por segundas captaciones o se han conectado a la red municipal por medio de una ampliación de esta.

Pese a estos casos, y aunque las dos demarcaciones hidrográficas gallegas, Galicia-Costa y Miño-Sil, están en situación de prealerta por sequía, el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez Martínez, asegura que no hay motivos para la preocupación. Aunque el departamento no tiene constancia de que existan lugares desabastecidos, reconoce que «en los pequeños abastecimientos puede haber algún problema, y de hecho en el mes de septiembre activaron la prealerta en tres zonas». Sin embargo, «en los grandes sistemas de abastecimiento no hay ningún problema», afirma.

Rodríguez explica que las precipitaciones de los últimos meses están muy por debajo de lo normal y que los ríos y los embalses están «en mínimos históricos para esta época del año», pero aun así «circula más agua que en el mes de agosto». Ocurre que los sistemas hídricos no se están recargando, y en caso de que la falta de lluvias perdure, no estarían preparados para afrontar el verano. Esta es la razón, explica el director de Augas de Galicia, por la que la Xunta ha activado la prealerta en Galicia-Costa (la demarcación Miño-Sil, también en prealerta, depende del Ministerio de Medio Ambiente) y por la que hace un llamamiento a moderar el consumo de agua.

Instalar «reductores de agua en los grifos, no dejar correr el agua más de lo necesario o esperar a que los electrodomésticos estén a plena carga» son algunos gestos sencillos con los que la población puede contribuir a ahorrar este recurso. Las Administraciones también deben tomar medidas de moderación del consumo, según las recomendaciones de la Oficina Técnica da Seca que se ha creado para hacer frente a esta situación. Desde este organismo se realizará, además, un seguimiento más exhaustivo de la evolución de la situación.

En principio, «estamos en época de lluvias y lo normal es que las lluvias lleguen», apunta el director de Augas de Galicia. Por eso de momento no hay alarma. Eso sí, en caso de que eso no ocurra, la situación sí que podría complicarse. «No estamos en el umbral de una situación de alerta», y «tendría que prolongarse durante meses la situación» para que eso ocurriera. Eso sí, «dependemos de la lluvia para recargar», concluye Rodríguez.

Con información de María Cobas y Maite Rodríguez.