El portavoz endurece su discurso contra el PP en plena discusión sobre su liderazgo

Domingos Sampedro
d. sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

El guante de terciopelo que solía exhibir en sus intervenciones en O Hórreo se tornó ayer en un puño de hierro

17 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El portavoz de En Marea en el Parlamento gallego, Luís Villares, aprovechó ayer el debate de toma en consideración del proyecto de Orzamentos de la Xunta para poner en escena un giro estratégico en su estilo de hacer oposición, al endurecer de forma apreciable su tono contra las políticas del Partido Popular. El guante de terciopelo que solía exhibir en sus intervenciones en O Hórreo se tornó ayer en un puño de hierro y una cascada de reproches contra el Gobierno de Feijoo, coincidiendo con el debate que está abierto en el seno de En Marea para decidir su dirección ejecutiva, en la que intentan cercenar cualquier posibilidad de Villares de alzarse con el liderazgo orgánico.

Hasta el momento, el estilo exhibido por el magistrado en excedencia en las sesiones parlamentarias había suscitado algunas dudas en un grupo que, de forma mayoritaria, parece sentirse mejor representado en el tono bronco y hostil de Xosé Manuel Beiras y Yolanda Díaz de la anterior legislatura. No faltan diputados en la bancada izquierda que definen a Villares como un «blandito» o como una especie de «PSOE bis», por negarse a emplear la contundencia contra el PP.

Más «beirizado»

El salir a debatir sin tensionar los límites marcados por la cortesía parlamentaria y las reglas de juego no le ayudó a Villares precisamente a reforzarse internamente, sino más bien todo lo contrario. Por eso el hemiciclo pareció asistir ayer al nacimiento de un nuevo portavoz de En Marea, más beirizado, que en pleno debate presupuestario no dudó en emplear los casos de corrupción para atacar al PP, las botellas de vino Vega Sicilia que supuestamente recibieron sus dirigentes e, incluso, sin sustraerse de su condición de exmagistrado, les deseó a los diputados populares que algún día se sienten en el banquillo de los acusados para responder por frenar los tratamientos de la hepatitis C.

Acusó Villares al Ejecutivo gallego de infligir «un dolor innecesario» por denegar los tratamientos votando en el Parlamento. «Responsables diso están hoxe sentados no pazo do Hórreo, a ver si outro día os vemos sentados noutro banco como responsables desa indecencia».