El 061 refuerza personal en Navidades al aumentar las llamadas un 25 %

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN A. SOLER

El momento de más concentración de avisos discurre entre las ocho de la tarde y la medianoche

03 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Suena el teléfono. Descuelga el teleoperador. Hace un breve interrogatorio para saber lo que ocurre y dónde está pasando. Un primer triaje clasifica la prioridad de la llamada, que se traspasa a un médico o un enfermero, que es quien realiza una consulta más completa y decide lo que hay que hacer: puede ser solo un consejo. También que se envíe una ambulancia o un médico al domicilio de la persona, que se le recomiende ir al centro de salud más cercano o que se movilice incluso el helicóptero de emergencias. Ese proceso se realiza cada día unas 3.000 veces en la sede del servicio 061, ubicada a las afueras de Santiago. Tres mil llamadas que en Navidad suelen crecer hasta un 25 %, o lo que es lo mismo, unas 750 más por día.

Esa es la razón por la que cada año se refuerza el servicio entre el 23 de diciembre y el 6 de enero y este año no ha sido una excepción. «Hai máis demanda xeral, porque estamos nun momento no que xa entra o frío, o inverno e as complicacións de problemas respiratorios -explica el médico coordinador del 061, Francisco Contreras- e no Nadal, co desprazamento de persoas hai máis accidentes e os excesos de consumo levan a máis intoxicacións, sobre todo etílicas».

Así que la normalidad, en el 061, es la tensión. «A maioría das chamadas resólvense sen ter que enviar recursos», aclara el coordinador. Sin embargo, los usuarios lo ven de manera distinta. Todo el que llama al 061 piensa que le está pasando algo grave. Y el trabajo de los profesionales es bucear en los datos, aplacar la ansiedad de quien llama y discernir qué es realmente una urgencia y qué no. «Non todo o que a xente pensa que é grave nos parece tan grave e algunha vez no que a priori parece menos grave, logo do interrogatorio acabas mandando un helicóptero ou unha ambulancia porque ao señor que lle doía a mandíbula estalle dando un infarto» No es frecuente, pero pasa.

Y pasa también que hay que saber dónde pasa. «Ás veces dicimos de broma que é máis importante onde acontece algo que o que está acontecendo exactamente», cuenta Contreras. Tener un diagnóstico sin una dirección de poco sirve. Así que los teleoperadores tienen que ser capaces de arañar datos. «Ás veces a xente está tan nerviosa que non sabe nin onde está». La experiencia les ha dado la clave: «Hai que facerlle a pregunta: ‘Se lle tivera que enviar unha carta, ¿a onde lla tería que mandar?’ E aí reaccionan». Sin una dirección no se puede trabajar, afirma Contreras.

Nochevieja y Año Nuevo

Claro que no todos los días son iguales. «É unha mala noite Fin de Ano», confiesa Contreras. Pero no solo Nochevieja. Especialmente intensa es también la mañana del 1 de enero «porque a noite aínda non rematou». El 061 vive los festivos, las noches de los festivos y especialmente las secuelas de esas noches. Noches en las que además ellos están «fóra da familia». Al menos de la familia en el sentido tradicional del término. Porque «esta é a nosa segunda familia» y como los turnos se establecen con antelación, uno sabe con quien se va a tomar las uvas. Si es que puede. «Hai días que temos chamadas ás 11.59 e a persoa que ten esa chamada, non pode tomalas».

Tampoco es la primera vez que las alarmas saltan en el primer minuto del nuevo año. «Non lembro ningún caso grave, que tivera un final terrible», pero sí se han dado noches en las que han coincidido varios atragantamientos a la vez. «Un ano lembro que foron catro ou cinco».

Las uvas se toman si es que se puede. De cena especial, ni hablar. «Aquí o que facemos é traballar sen parar, é unha noite de moito traballo». Y además es un trabajo continuo, así que la cena navideña consiste normalmente en tomarse de pie un sándwich. «Os días de tanta actividade non se pode case parar a saudar ao compañeiro». Si las urgencias respetan esos cinco minutos mirando fijamente el reloj de la Puerta del Sol, se toman las uvas. Y si no, «tomámolas despois». Lo tienen asumido. No hay drama.

También es cierto que lo que aumenta es el volumen de llamadas, no el número de avisos de situaciones de gravedad. ¿Hay una hora más complicada que otra? Sí, la hay. Pero no solo en Navidad, sino durante todo el año. El aluvión se produce entre las ocho de la tarde y la medianoche. «Iso non quita que un día ás tres da tarde haxa algo, ou ás doce da mañá». Y lo que no hay es una explicación de por qué se concentran las consultas al 061 en ese intervalo de llegar a casa, cenar y relajarse un poco antes de meterse en la cama. Puede que sea porque los centros de salud cierran a esa hora. O porque una persona se encuentra peor porque por la noche le ha subido la fiebre. Y quizá el ritmo aminore a partir de la medianoche porque si no es de especial gravedad, la persona que se encuentra mal ya está durmiendo.

En lo que sí insiste Francisco Contreras es en que «ante calquera dúbida, o mellor é chamar». Si uno tiene solo una consulta, el teléfono que se puede marcar es el 902 400 116, lo que evita saturar el 061 y dar prioridad a las urgencias. Pero si uno cree que le ocurre algo, «mellor chamar ao 061 sempre».

En las anteriores fiestas hubo 23.000 peticiones de atención sanitaria

A punto de finalizar, la campaña navideña en el servicio del 061 está siendo la habitual de estas fechas. En la anterior, la central recibió casi 23.000 llamadas de asistencia sanitaria, que a su vez generaron 21.322 procesos asistenciales. Algo más de la mitad -en concreto un 53 %- precisaron la movilización de algún recurso, ya fuese una visita domiciliaria de personal sanitario o transporte urgente. El helicóptero medicalizado se requirió en 16 ocasiones. Las ambulancias asistenciales de soporte vital avanzado acudieron a un total de 786 siniestros, las asistenciales a 5.611 emergencias y los médicos de atención primaria prestaron asistencia en 899 ocasiones. Se atendieron 342 accidentes de tráfico y 410 intoxicaciones, de las que 340 fueron de carácter etílico.