Las celebraciones de Fin de Año convivirán en Galicia con los controles antiterroristas

Rodeado de policías, cámaras de videovigilancia, furgones y cepos, el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, dijo ayer ante la fachada de la catedral de Santiago que, con motivo de las celebraciones de Fin de Año, «se intensificarán la vigilancia y los controles antiterroristas», sobre todo en aquellas fiestas con grandes aglomeraciones de gente.

Villanueva, que junto con otras autoridades acompañó al presidente de la Xunta a la ceremonia de traslación de los restos del Apóstol, confirmó que, como ya ocurrió en Nochebuena y Navidad, también en Fin de Año se extremará la vigilancia con un aumento de las unidades de intervención, controles aéreos, unidades caninas, furgones policiales y equipos de videovigilancia. Eso no implica que se eleve el nivel por alerta antiterrorista, que seguirá siendo de 4 sobre 5, como se mantiene desde el mes de junio, pero sí que habrá más celo que cualquier otro año para evitar que se repitan atentados como el del mercado navideño de Berlín o el de Niza.

El entorno en el que Villanueva hizo estas declaraciones dejaba claro que los dispositivos de los que hablaba el delegado del Gobierno ya estaban en marcha. Santiago blindó ayer la plaza del Obradoiro con furgones policiales y una contundente presencia de agentes de la Policía Nacional, Autonómica, Policía Local y Protección Civil. El acceso a la Catedral desde San Francisco se cerró al tráfico y solo se permitió el paso de la comitiva oficial y de los clientes del Hostal dos Reis Católicos, aunque andando y con las maletas en la mano, porque, salvo circunstancias especiales, ni siquiera sus vehículos particulares podían acercarse a la plaza. Los cepos para inmovilizar los coches acompañaban a los agentes que controlaban los accesos acompañados de cámaras de videovigilancia, registraban mochilas que pudiesen levantar sospechas e identificaban a quienes las llevaban.

Entrada a la Catedral

En la catedral de Santiago también se extremó la vigilancia. Había colas de fieles y curiosos que para entrar en el recinto tuvieron que identificarse ante los guardias de seguridad apostados en la puerta de Platerías y esperar a que se les diese posteriormente un pase para acceder al templo.

La capital de Galicia mantendrá esta noche esas mismas medidas con motivo de la celebración de las uvas, amenizadas por las campanadas de la Berenguela, y también para el 5 de enero se reforzará la vigilancia y se extremarán los controles al paso de la cabalgata.

Pero no será solo en Santiago. Pontevedra mantiene las vallas que desde los días previos a la Nochebuena limitan el acceso a la calle comercial de Benito Corbal y a la plaza de España, con la novedad de que en los últimos días fueron adornadas para integrarlas mejor en el decorado navideño. Y Vilagarcía repetirá hoy lo que ya es una tradición, la toma de las uvas al mediodía, pero el habitual cotillón se acompañará en esta ocasión de una veintena de agentes policiales y miembros de Protección Civil atentos a cualquier anomalía y que blindarán el acceso a la plaza de Ravella con dos camiones y dos ambulancias. Además, una grúa obstaculizará el paso de los vehículos a la plaza en la que los vilagarcianos se desean un feliz año doce horas antes de que lo marque el reloj.

Monforte mantendrá las medidas aplicadas ya para Nochebuena, con la instalación de maceteros que dificultan el acceso al tramo peatonal de la calle Cardenal, que agrupa la mayor parte del bullicio navideño. Vigo también decidió controlar los accesos. Así, la Policía Local tenía previsto cortar al tráfico rodado la plaza de América, donde se concentran las celebraciones de Fin de Año. Los coches no podrán acceder desde hoy a las once de la noche hasta las cinco de la madrugada, una medida que se reforzará en la ciudad olívica con un millar de controles y la presencia de 110 agentes, normas extraordinarias que Vigo puso en marcha hace meses, cuando se acordó extremar la vigilancia policial. Ourense mantendrá también los dispositivos propios de estas fechas, pero con mayor intensidad por parte de la Policía Local y de la Nacional.

También en Reyes

O sea, que quienes hoy se animen a disfrutar de la noche en las ciudades deberán acostumbrarse a hacerlo codo a codo con los agentes policiales y respetando las restricciones en las calles y plazas más concurridas, una situación extraordinaria que también sorprenderá a los Reyes Magos cuando lleguen a Galicia.

Con información de Rosa Estévez, Serxio Barral, Ruth Novoa, Alejandro Martínez y C. Cortés.

Europa y Estados Unidos aumentan la presencia policial en los puntos más concurridos

Los puntos más concurridos de las celebraciones de Fin de Año en los principales países de Europa y Estados Unidos contarán con una fuerte presencia policial para prevenir cualquier posible atentado. En Francia se movilizarán 36.000 gendarmes y 52.000 policías. A ellos se les añaden 7.000 soldados de la operación Centinela del Ejército galo, puesta en marcha desde los atentados de noviembre del 2015, que tiene como objetivo proteger los puntos sensibles del territorio de ataques terroristas. París espera a más de 600.000 personas en los Campos Elíseos, que serán vigilados por más de 2.000 agentes, informa Alexandra F. Coego.

Medidas de protección similares se desplegarán en otros puntos icónicos de Londres, Nueva York y las principales ciudades de Alemania e Italia. En el país germano se seguirá con especial atención la fiesta en Colonia, que estrena un sistema de videovigilancia para evitar los más de mil asaltos sexuales registrados hace un año.

Los principales puntos de concentración de personas contarán con medidas de protección adicionales. Al incremento de presencia policial se unirán barreras contra embestidas y otros medios para preservar la seguridad de las personas.

En Sídney, la policía ya ha detenido a un sospechoso que pretendía atentar esta noche.

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