Los gobiernos del Partido Popular en el Concello y en la Diputación, al frente de la oleada de críticas
14 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Las dudas del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, sobre la rentabilidad de la variante exterior de Ourense han logrado algo que no sucedía hace mucho tiempo en la ciudad de As Burgas: poner a todo el mundo de acuerdo. Grupos políticos y colectivos empresariales y sociales alzaron la voz ante lo que consideran un nuevo agravio a la tercera ciudad de Galicia. Al frente de esa oleada de críticas no han dudado en situarse los gobiernos del Partido Popular en Concello y Diputación. Las primeras críticas vertidas por el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, en las que aseguraba que la ciudad no se merece el «tramo de la vergüenza», se han visto secundadas por sendas mociones presentadas por los grupos populares en el Concello de Ourense y en la Diputación.
En la propuesta de resolución tipo para ambas Administraciones se hace hincapié en que ningún Gobierno en Madrid había puesto hasta ahora en duda la variante exterior. Recuerda expresamente el compromiso suscrito en público por Ana Pastor a cuatro días de las últimas generales. Firmó un protocolo para la estación del AVE ourensana y, de paso, ratificó la variante exterior. «Se insta a Fomento a que en coherencia con todos os pasos administrativos dados proceda nesta lexislatura a continuar avanzando na execución da proxectada variante ferroviaria entre Taboadela e Ourense», proponen para el apoyo unánime del resto de grupos políticos.
El sector empresarial ourensano también ha mostrado su hartazgo. El presidente de la Confederación Empresarial de Ourense, José Manuel Pérez Canal, censura el argumento del ahorro de tiempo y defiende que tiene que ser una línea 100 % de «alta velocidad y segura». Tampoco compra la patronal ourensana el argumento de un posible retraso en la ejecución de los trabajos motivado por la ausencia prolongada de Gobierno en Madrid. «Queremos que se cumplan las fechas o un retraso comprensible de medio año como mucho. El sector empresarial está muy decepcionado», concluyó Canal.