Vecinos de Lugo organizan grupos de vigilancia para ahuyentar al violador

José Fernández LUGO / LA VOZ

GALICIA

Daniel R. Portela / Atlas

Algunas familias del bloque de viviendas donde ocurrió una agresión sexual dejaron sus pisos por miedo

19 nov 2016 . Actualizado a las 23:31 h.

Vecinos de los bloques de viviendas 25, 27 y 31 de Augas Férreas, en Lugo, se organizan por las noches para hacer vigilancia y así tratar de localizar al violador al que la policía busca desde hace semanas. La primera de las patrullas vecinales se realizó en las primeras horas de la madrugada del viernes, poco después de que una joven agredida sexualmente a principios de octubre se encontrara en uno de los portales con el supuesto violador.

El objetivo que se marcaron quienes hicieron las rondas era pasar por diversas dependencias del conjunto de edificios, de casi un centenar de pisos, muchos de ellos habitados por estudiantes del campus universitario, que se encuentra en la zona. En esos inmuebles un hombre joven violó a una vecina e intentó atacar al menos a otras dos.

Los vigilantes vecinales bajan a los garajes para ver si hay alguien. Algunas mujeres que residen en el inmueble adoptaron la decisión de no acceder al garaje solas, ni al salir ni al llegar. Piden ser acompañadas por familiares. Creen que el violador puede volver a aparecer por el edificio, a pesar de que la policía está en la zona, hecho que, por otra parte, ahuyenta al presunto autor de la agresión.

La patrulla vecinal también revisó algunos cuartos vacíos del edificio. Está prevista la colocación de cámaras de seguridad en los bloques. Es un proyecto de la comunidad que, por ahora, no salió adelante a pesar de que ya fueron colocados anuncios en los portales de entrada. Con este problema encima, es posible que la colocación de las cámaras se acelere.

Uno de los vecinos dijo el viernes que la preocupación de algunos llegaba a extremos de que incluso algunas familias optaron por mudarse. «Hay pisos vacíos en las plantas segunda, cuarta y sexta», explicó un residente que dijo que varias personas se habían ido a casas que tienen en el campo a la espera de que el violador sea detenido. Otros residentes aseguran que la situación es preocupante y que andan ojo avizor ante la presencia de cualquier extraño. De hecho, ya nadie franquea a desconocidos el acceso a los portales y mucho menos la puerta de los pisos. «Pueden hartarse de llamar que no abrimos absolutamente a nadie que no conozcamos», advirtió una madre que volvía el viernes a casa en las últimas horas de la tarde en compañía de un niño pequeño.

Muchos de los residentes en el inmueble, que se niegan tajantemente a dar nombres y a que les hagan fotos, no están satisfechos con la labor de la policía. Dicen que, después de mes y medio, no hay constancia de ningún resultado y la tensión volvió a aumentar en las últimas horas porque una de las víctimas asegura que se topó de nuevo con el violador, que volvió a desaparecer del lugar.

Precisamente, como consecuencia de esta nueva llamada los policías decidieron apostarse de nuevo ante el bloque de viviendas. Lo hicieron en coches patrulla y también en algún camuflado que dejaron en la zona. El viernes, uno de los accesos fue vigilado por una pareja de agentes de paisano.

Los rumores sobre detenciones e identificaciones circulan a diario. El viernes por la mañana hubo un gran despliegue y un joven fue llevado por los agentes. Algunos vecinos pensaron que lo habían detenido, pero solo se trataba de una identificación, según indicaron fuentes policiales. Hace unos días fue investigado un joven que figuraba como sospechoso, pero por ahora los investigadores optaron por descartarlo.

Quejas por la atención que se dispensa a la joven que fue violada hace mes y medio

Para algunos vecinos del inmueble donde actuó el violador no es de recibo la atención que supuestamente se le está dispensando a una joven de 20 años que sería la única víctima de una violación consumada llevada a cabo por el hombre al que busca la policía. «Para cualquier cosa, es ella la que tiene que acudir a la comisaría. Una víctima de un hecho de estas características debería recibir todo tipo de apoyos y lo lógico es que fuera la policía la que fuese a ella», dijo uno de los vecinos.

En el edificio no falta quien recuerde que la víctima debería ser informada en todo momento por la policía en caso de detectar la presencia del violador. La muchacha cree que se encontró con él en la mañana del jueves y su reacción fue la de salir corriendo y pedir ayuda. Con posterioridad, fue avisada la policía.

La situación de preocupación en la zona de Augas Férreas es tal que hay vecinos que optaron por crear grupos de WhatsApp para intercambiarse información permanente y dejar constancia de la presencia de personas extrañas en la zona.

«No dar pistas»

El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, confirmó el viernesque una de las víctimas «parece que reconoció al violador» y dijo que se ampliaba la investigación en cuanto a intensidad porque se incorporan a la misma la Policía Local y la Guardia Civil, como así se acordó en la junta local de seguridad.

Un periodista preguntó a Villanueva por el perfil del violador, pero le respondió que «no hay que dar pistas a quien no se le deben dar». Recordó que todos los cuerpos de seguridad «trabajan en función de los datos que poseen y otros que pueden recabar». Apeló a la colaboración ciudadana, que, dijo, es muy valiosa.