Valeriano Martínez, el rodado funcionario que cuadra las cuentas

Susana Luaña Louzao
s. luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Valeriano Martínez, conselleiro de Facenda
Valeriano Martínez, conselleiro de Facenda Álvaro Ballesteros

No lleva dos años al frente de la Consellería de Facenda pero siempre formó parte del círculo próximo a Núñez Feijoo

14 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No lleva dos años al frente de la Consellería de Facenda, pero Valeriano Martínez García (Aldán, 1961) siempre formó parte del círculo próximo a Núñez Feijoo. De hecho, antes de que las municipales del 2015 obligasen a remodelar el equipo autonómico, ya era secretario xeral de Presidencia. O sea, que el presidente no tuvo que mirar muy lejos cuando buscó un relevo para Elena Muñoz, que dejó la Consellería de Facenda para ser candidata a la alcaldía de Vigo. Funcionario del cuerpo superior de administración general de la consellería que ahora representa -entonces era de Economía e Facenda- , ocupó otros cargos relevantes, como director xeral de Recursos Humanos del Sergas, director xeral de Transportes y auditor del Consello de Contas de Galicia. Las cuentas de su consellería acapararon buena parte del debate de investidura, porque la deuda, los impuestos o el déficit siempre dan lugar a interpretaciones políticas. Pero la hora de la verdad está a la vuelta de la esquina, con la elaboración de los presupuestos del 2017. No le queda mucho tiempo para celebraciones.

Sus grandes retos

Seguir cumpliendo el déficit. Galicia ha sido de las pocas comunidades que ha ido, año a año, cumpliendo con el objetivo de déficit marcado por el Gobierno central para las comunidades. Eso le ha permitido evitar un control de las cuentas por parte de Montoro, y financiarse a coste cero.

Rebaja de impuestos. Es una de las grandes bazas de Feijoo: seguir bajando impuestos. El año que viene se notará en la declaración de la renta por la bajada del tramo autonómico del IRPF. Tendrá que haber más, y en otros tributos. Pero solo podrá hacerlo si mantiene un control estricto del gasto y mejora la recaudación.