Homenaje a la visión más europeísta del nacionalismo

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

TINO VIZ

Toda la aportación de Camilo Nogueira, que demostró que se puede ser nacionalista y profundamente europeísta, será reconocida este viernes en un homenaje a toda su trayectoria política

11 nov 2016 . Actualizado a las 10:54 h.

El presidente Mariano Rajoy, que fue uno de los 71 diputados que en 1981 asistió al nacimiento del Parlamento gallego, recuerda de aquella época el día en que Camilo Nogueira cargó contra él «como una fiera», dejó escrito Rajoy, por hablar de la región de Galicia. Era la denominación que empleaba entonces Alianza Popular y de la que tanto discrepaba Nogueira, que en su empecinamiento por darle tratamiento nacional a Galicia impulsó varias iniciativas políticas que se convirtieron en el primer andamiaje del autogobierno gallego. La Lei de Normalización Lingüística o la de Símbolos de Galicia llevan su sello. Incluso la propuesta para traer los restos de Castelao desde Argentina. Toda esa aportación hecha por Nogueira, que también demostró que se puede ser nacionalista y profundamente europeísta, será reconocida este viernes en un homenaje a toda su trayectoria política que le rendirán en el Auditorio de Galicia, en Santiago.

Camilo Nogueira nació el 22 de noviembre de 1936 en Lavadores, cuando este barrio vigués aún era concello propio. Claro que lo de la fecha es un decir. En realidad vino al mundo unos días antes, pero su padre, el escultor Camilo Nogueira Martínez, militante del Partido Galeguista, vaciló en acudir al juzgado a inscribirlo por temor a que las nuevas autoridades golpistas, que ya se habían hecho dueñas de la ciudad, tomaran represalias.

Nogueira es ingeniero de formación, aparte de economista, y su activismo político es una mezcla del que le viene de cuna, del que fue conociendo por el camino en su etapa universitaria y del que se fue forjando en la factoría de Citroën, de la que fue despedido en 1972 tras ser detenido y torturado por participar en una huelga.

Pero su dimensión más pública arranca en 1978, cuando, tras las manifestaciones del aldraxe contra el Estatuto que la UCD intenta imponerle a Galicia, Nogueira forma parte de la comisión de los 16 que elaboró un nuevo texto, cepillado después en los Pactos do Hostal.

Capacidad de consenso

Es en esos momentos cuando Camilo Nogueira, como líder de Esquerda Galega, obtiene escaño en el primer Parlamento gallego junto a otros tres diputados nacionalistas, de lo que después sería el BNG, que fueron expulsados de la Cámara por no acatar la Constitución. Esa circunstancia le dio a Nogueira una oportunidad que no desaprovechó, pues se convirtió en uno de los diputados más activos de la Cámara. A través de su buena interlocución y capacidad de consensos con Antonio Rosón (UCD), Ceferino Díaz (PSdeG) y Ramón Piñeiro, elegido como independiente en la lista del PSOE, impulsó una batería de iniciativas para vestir la nueva autonomía.

Su trabajo fue recompensado triplicando su presencia en la Cámara en 1985, cuando el BNG solo obtuvo un escaño, aunque la reforma electoral promovida por Fraga lo dejó fuera de O Hórreo y acabó impulsando su ingreso en el Bloque en 1995.

Pero con este fichaje Camilo Nogueira también cambió el paso del nacionalismo gallego. De hecho, el politólogo Manuel Anxo Fernández Baz, uno de los mayores estudiosos del BNG, sostiene que esta formación mantuvo históricamente «unha posición euroescéptica» que se muda tras la alianza con el PNV y CDC de 1998, que un año después convirtió a Nogueira en eurodiputado. «Para nós Europa non era o centro do imperialismo mundial conspirando contra Galicia», manifestó Nogueira, que representó ese nacionalismo de corbata que siempre creyó en la integración europea como oportunidad para construir un espacio que les reserva un papel a las naciones sin Estado.