Galicia, de «rexión» a «o noso país»

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La denominación de la comunidad es uno de los asuntos que más ha evolucionado en 35 años de discursos de investidura. Tanto como la agenda de los principales problemas

08 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es una nacionalidad histórica que se constituye en comunidad autónoma para acceder al autogobierno. Esta es la denominación que emplea el Estatuto de Autonomía para aludir a la tierra de la mítica tribu de Breogán. Puede que no sea la más apasionada si se compara con otras expresiones literarias -o país da brétema, de los mil ríos, del millón de vacas, de la xente e mais a fala-, pero es la que es. La política también ha producido su propio nomenclátor. Y basta repasar los discursos de investidura de los presidentes autonómicos para comprobar cómo se evolucionó desde la «rexión» de Albor hasta «o noso país» de Touriño o Laxe, pasando por el «fragmento de Estado» de Fraga. Y no solo mudó la denominación de la comunidad. En estos 35 años también se transformó el lenguaje de los principales problemas. A la lacra de los incendios forestales y a los desafíos del agro aludieron todos. A la crisis de la natalidad, solamente a partir de Fraga. Y del milenario aislamiento de esta tierra ya no se habla con la vehemencia de antaño.

Gerardo F. Albor | PP

Cinco discursos de investidura (tres fallidos) entre 1982 y 1986. El primer discurso de investidura le correspondió a Albor. Aludió a Galicia en términos emotivos, bien como «a nosa terra» o bien mentando el «antiguo reino», pero también pronunció esta frase: «Acepto este compromiso recoñecendo en España unha soa nación, de realidade plural». Su discurso estaba repleto de referencias tales como «Goberno rexional», «nosa rexión» o «plan rexional», que 35 años después ya nadie emplea. La etapa de Albor estuvo muy marcada por la reivindicación planteada ante el Estado para poder asumir las transferencias necesarias del autogobierno, de ahí que reclamara a Madrid «un plan especial de inversión con cargo aos seus presupostos, que axude a paliar a grave situación de partida das nosas institucións rexionais». En la agenda de problemas figuraban ya el naval y el sector ganadero, junto a los incendios forestales, pero ni una palabra sobre la crisis demográfica.

F. González Laxe | PSOE

Discurso de la moción de censura de 1987. El discurso pronunciado por González Laxe fue el más atípico, pues sirvió a la vez para la moción de censura que derribó a Albor y para su investidura. En su programa cobraron más peso las alusiones al «cambio», «xiro copernicano» y la «modernidade» que proponía para una Galicia a la que aludió profusamente como «o noso país». Su intervención reservó un apartado importante para hablar de la Comunidad Europea, en la que España ingresó un año antes. La agricultura y la economía industrial fueron aspectos potenciados en el discurso. También la «coordinación» de las diputaciones provinciales. Pero, en plena reconversión, evitó aludir expresamente al desmantelamiento de la construcción naval, para prometer planes para la zona industrial en declive de Ferrol.

Manuel Fraga | PP

Cuatro discursos pronunciados entre 1990 y el 2001. Con la llegada de Fraga a la Xunta, que se produce cuando «treme baixo os nosos pés o chan da historia contemporánea», pues el Muro de Berlín acaba de caer, la política gallega diagnostica por primera vez la crisis demográfica como problema de país. «A nosa poboación -dijo en su primer discurso de investidura-, que foi unha das de maior peso demográfico de España, encóntrase en claro retroceso e con tendencia ao envellecemento, por mor da emigración e dos profundos cambios na conciencia social». Convirtió el discurso de la periferia y el «atraso relativo» en una forma de hacer política para ser exigente ante Madrid y con las autovías. Aludió a Galicia de muchas formas, como tierra con «conciencia de seu» que no podía ser una mera realidad administrativa, sino que es una entidad política y, a la vez, como un «fragmento de Estado» con capacidad para asumir competencias plenas.

E. Pérez Touriño | PSOE

Discurso pronunciado en julio del 2005. En su intervención, el primer presidente socialista elegido en las urnas también empleó con profusión, como hizo Laxe, la expresión «o noso país» para aludir a Galicia. Pero fue una declaración de intenciones, pues iba a gobernar con el BNG, que acudiera al poeta Gabriel Celaya para proclamar que «somos unha nacionalidade histórica, unha comunidade nacional que forma parte dun Estado que se recoñece a si mesmo como plurinacional e plurilingüe». La palabra «progreso» también fue empleada numerosas veces como declaración de intenciones, y al catálogo de problemas, aparte de los tradicionales, incorporó también el de la deficiente ordenación del territorio.

Alberto Núñez Feijoo | PP

Dos discursos entre el 2009 y el 2012. El primer discurso de Feijoo estuvo muy pegado a la realidad de su tiempo. Habló con más intensidad que sus predecesores de la austeridad y la racionalización de la Administración, así como de las medidas para encarar la peor crisis económica de la autonomía. A la comunidad aludió más como Galicia que como otra cosa, sin emplear casi nunca la expresión «nacionalidade histórica». De su discurso, más engarzado en la era de la globalización, empezaron a caerse las expresiones sobre el tradicional aislamiento de Galicia.