Puy, Leiceaga y Pontón renuncian al chófer y al secretario que pide Villares

d. sampedro / s. luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

El líder de En Marea justifica su demanda en que lo contrario serían los «sobres B»

27 oct 2016 . Actualizado a las 07:35 h.

La petición elevada por el portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, a la coordinadora nacional de su partido para que le permita disponer de un coche con chófer y de un secretario personal no será secundada por ningún otro grupo político. Así lo corroboraron ayer los máximos representantes del PP, del PSdeG y del BNG en la Cámara autonómica, que se resignan a mantener su actividad sin compensaciones económicas extraordinarias y con la misma asistencia que pueden tener los demás diputados.

«No meu caso, nin coche oficial, nin chófer, nin secretaria», manifestó el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, al ser preguntado acerca de la demanda planteada por su homólogo de En Marea. Puy describió que para desempeñar su trabajo de representación conduce su propio vehículo, un Renault Scénic, y que los 41 diputados del PP comparten el mismo personal en el grupo de O Hórreo, un total de ocho colaboradores: tres administrativos, dos de prensa, un contable, un jefe de gabinete y un ordenanza.

Algo parecido ocurre en el PSdeG. El portavoz, Xoaquín Fernández Leiceaga, carece de equipo de apoyo personalizado. «Temos o persoal de grupo que nos asiste aos catorce deputados», relató. Y consiste en dos trabajadores de comunicación, una asesora y tres administrativas.

Dispuso Leiceaga, eso sí, de un vehículo a su servicio para realizar la campaña electoral, que conducía un militante de las Xuventudes Socialistas. La campaña la realizó en su tiempo de vacaciones de la Universidade de Santiago «e non recibín compensación económica de ningún tipo por esa tarefa», esgrimió.

Del mismo tenor fue la campaña electoral realizada por Ana Pontón, que aparte de portavoz parlamentaria del BNG también es la máxima responsable de su formación política. Utilizó su propio vehículo, un Renault Mégane, para ir a los mítines, con la diferencia que como conductor se prestó voluntario un militante del Bloque. No recibió compensación económica por el trabajo y tampoco dispone de secretaria personal, pues los seis diputados del Bloque tienen que valerse únicamente de los dos empleados que tiene ahora el grupo en O Hórreo para registrar las iniciativas y organizar la política de comunicación.

Carmen Santos lo ve «lóxico»

El propio Luís Villares intentó este miércoles justificar su petición en que tiene por objeto «seguir tecendo» por todas las comarcas una organización como En Marea, que está en fase «embrionaria». Es más, dijo que su solicitud está dirigida a cubrir «de forma eficaz» unas necesidades y a financiarlas «de forma transparente en non con sobres B».

Carmen Santos, secretaria general de Podemos Galicia, consideró «lóxica» la petición de Villares. «É normal que o líder da oposición, que ten que asumir moitas responsabilidades, teña medios para facelo», señaló. Y Eva Solla, de Esquerda Unida, también matizó que «non podemos estar só na política de maneira voluntariosa».

Martiño Noriega: «Ás veces hai un discurso fácil e outras veces está a realidade»

La petición de Villares obligó ayer a los alcaldes de En Marea a suavizar, o al menos matizar, su discurso habitual en torno a lo que llevaban meses calificando como «despilfarro» de la clase política tradicional. No les quedó más remedio que admitir que una cosa es el discurso político y otra la realidad del día a día. De entrada, el de Ferrol, Jorge Suárez, negó que él haya hablado alguna vez de la nueva política. «Eu nunca defendín unha nova política. Creo que a política é unha». El regidor ferrolano dijo entender la situación en la que se encuentra Villares y sostuvo que la austeridad aplicada por su grupo en Ferrol «non debe caer na precariedade laboral», informa Rocío Pita. De forma parecida se manifestó el regidor de Santiago. Martiño Noriega dijo apoyar a todos los portavoces políticos «que teñen que percorrer miles de quilómetros e teñen que facelo con dignidade», y admitió que «ás veces hai un discurso fácil e outras veces está a realidade».

El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, preguntado también por la solicitud de Villares, declinó hacer valoraciones al respecto.