Un vuelo cancelado deja tirados 2 días en Lanzarote a decenas de gallegos

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Las protestas de los pasajeros obligan a Ryanair a poner en marcha un vuelo adicional

28 oct 2016 . Actualizado a las 01:44 h.

Dos días es el tiempo mínimo que tendrán que esperar los pasajeros del vuelo Lanzarote-Santiago que el mal tiempo obligó a cancelar en la tarde del pasado miércoles. Han vivido las últimas horas como una auténtica pesadilla. Atrapados en el aeropuerto tras pasar siete largas horas esperando hasta que la compañía, Ryanair, anunció la cancelación del viaje, que esperaban decenas de gallegos para poder regresar a casa. A partir de ese momento, el caos más absoluto. Las protestas fueron tan airadas y las escenas tan tensas que llegó a ser necesaria la intervención de la Guardia Civil.

Inicialmente, Ryanair ofreció pocas o ninguna solución a los pasajeros más allá de esperar, correr ellos mismos con todos los gastos a los que tuvieran que hacer frente y reclamar después la devolución del dinero desembolsado. El problema es que algunos de los afectados carecían de dinero para adelantar esos pagos, lo que les dejaba como único horizonte dormir varios días en la calle o en la terminal y apenas poder comprarse un bocadillo.

La indignación fue total. Familias enteras con hijos que habían ido a Lanzarote de vacaciones se vieron atrapadas. «Los niños pequeños empezaron a llorar y a gritar que se querían ir a sus casas», relata Blanca Montero, una ferrolana afincada en Sigüeiro (Oroso). Ella es informática y logró cambiar a tiempo su vuelo para poder regresar el domingo, día 30. También lo logró Javier Caamaño, de Muros, pero antes tuvo que explicar a la compañía que su hijo de solo un año, al que le falta un riñón, tenía que regresar a Galicia para someterse a una revisión médica.

Para un experto en turismo como el empresario compostelano del sector José Oreiro aquellas escenas fueron demasiado. «He volado cientos de veces por trabajo y jamás había visto algo tan indignante», asegura. Él prefirió irse en ferri hasta Fuerteventura, desde donde viajó en avión a Tenerife para después volver vía Madrid. Una odisea. Entre los atrapados también está el alcalde de A Cañiza, Miguel Domínguez.

Finalmente, ante la virulencia de las protestas, Ryanair decidió ayer poner en marcha un vuelo adicional que devolverá mañana a casa a los pasajeros.