Un pequeño seísmo sobresalta de madrugada a algunos vecinos del pequeño concello ourensano
13 oct 2016 . Actualizado a las 12:35 h.Un leve terremoto, de magnitud 3,1 en la escala de Richter y con epicentro a 15 kilómetros del subsuelo en el concello ourensano de Vilar de Santos, provocó la alarma entre los vecinos en la madrugada del martes al miércoles. Fueron varios los residentes de esta pequeña localidad de 894 habitantes los que se despertaron hacia las cinco de la mañana debido al temblor registrado bajo tierra.
El alcalde de la localidad, Xoán Xardón Pedras, comentaba poco después que el movimiento sísmico no había producido consecuencias en inmuebles. «Non houbo ningún tipo de dano. Algunhas persoas espertáronse por un lixeiro tremor das fiestras durante algúns segundos, pero tampouco se produciu ningunha alarma importante entre a poboación». El regidor restó trascendencia a lo sucedido y remarcó que se trató de un pequeño susto.
Aunque no se produjeron daños materiales, algunos lugareños aseguraron que se habían despertado al sentir el ligero temblor. Una residente, que pidió el anonimato, expuso: «Eu estaba durmindo e si que espertei bastante asustada co tremor, cunha sensación rara no corpo. Outros veciños parece que non sentiron nada».
La foliada, sin novedad
Se da la circunstancia de que en el instante en el que se producía el terremoto un conocido local de conciertos de la villa, A Arca da Noé, estaba acogiendo una concurrida foliada popular. La propietaria del establecimiento, Noemí Vázquez Nogueira, comentó entre risas: «Coa música e a esmorga que tiñamos no local non nos decatamos do terremoto en absoluto. A xente estaba de troula e non se decatou de nada. Foi este mediodía [por ayer] cando algúns clientes dixeron que se alarmaran un pouco polo tremor». Los pocos lugareños que se encontraban despiertos en ese momento sí percibieron con más nitidez el temblor de tierra, que, según fuentes vecinales, se sintió de forma súbita durante un breve lapso de tiempo.
Es la primera vez que este municipio, ubicado a menos de diez kilómetros de Xinzo de Limia y cuyos habitantes se dedican principalmente a la agricultura, es el epicentro de un seísmo.