«Que lo valoren aquellos a los que concierne», argumenta en la misma línea el portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien subraya que su organización no celebra el 12 de octubre porque no lo siente «como propio». «Como no nos sentimos ligados sentimentalmente a esa festividad, no opinamos sobre si debería celebrarse o cómo debería hacerse», esgrime.
El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, argumenta que el 12 de octubre se ha convertido en una fiesta «un poco vieja», «desfasada» y «antigua» y no cree qu«sacar el Ejército a la calle sea la mejor forma de festejar el hermanamiento con los países latinoamericanos». A su juicio, quizá estaría bien hablar con «los demás países hispanohablantes para encontrar otra forma de celebrar» y tener, igualmente, un «gesto» con las comunidades indígenas.