Los grupos de la oposición pierden peso en O Hórreo al no llegar a los 15 escaños

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

No podrán pedir por sí mismos comparecencias ni presentar mociones de censura

10 oct 2016 . Actualizado a las 19:58 h.

Una ofensiva política como la que lanzaron las fuerzas de la oposición contra el Gobierno del PP en diciembre del 2002, tras el naufragio del Prestige, no puede reproducirse en los próximos cuatro años en Galicia. Por aquel entonces, el PSdeG, con Touriño al frente, reaccionó a la catástrofe registrando una moción de censura contra Manuel Fraga, y el BNG de Beiras hizo lo propio unos días después. Ahora, ni el PSOE ni el Bloque, ni tampoco En Marea, pueden por sí mismos registrar una moción de censura contra Feijoo. Y la razón es que ninguno de los tres grupos reúne una quinta parte de los diputados -es decir, quince- que se requieren para impulsar esta reprobación y, por la misma razón, tampoco podrán solicitar comparecencias, plenos o comisiones de investigación.

Nunca en la historia del Parlamento ocurrió que el principal grupo de la oposición tuviera menos de 15 escaños, el umbral que se fija en catorce artículos del reglamento parlamentario para ejercer una serie de prerrogativas en solitario. Esto va a provocar que la visibilidad y el perfil político de cada uno de los grupos de la oposición se diluya en el nuevo Parlamento gallego, que se constituirá el próximo día 21.

Al empatar En Marea y el PSdeG con catorce escaños, uno por debajo del mínimo requerido para una serie de trámites, ninguna de estas fuerzas podrá pedir unilateralmente, por ejemplo, una reunión de la Xunta de Portavoces, que una votación sea pública, que una comisión se celebre en secreto o que la tramitación de una determinada iniciativa sea declarada de urgencia.

Ese recurso de reaccionar a un determinado problema reclamando la comparecencia parlamentaria del conselleiro de turno solo lo va a poder ejercer el Partido Popular. Eso sí, los grupos de la oposición siempre van a tener la capacidad de solicitar comparecencias o comisiones de investigación de forma verbal, en las ruedas de prensa o utilizando la vía de otras iniciativas escritas (mociones o preguntas), como solía hacer el BNG.

Algunas prerrogativas se podrán ejercer con la firma de diputados de dos grupos diferentes, por ejemplo de En Marea y el BNG, pero siempre y cuando coincidan sus intereses. El diálogo entre la oposición, más que nunca, va a ser obligado.