Las empresas que se hagan con este contrato deberán hacer un diagnóstico de la situación actual (un análisis de la oferta y la demanda, que se trasladará a un sistema de información geográfica). También realizarán trabajos de campo para conocer y detectar las nuevas necesidades de movilidad y se articulará un mecanismo para la participación de los ayuntamientos.
Plataforma de reservas
En mayo del próximo año estarían listas las conclusiones de los estudios, se culminaría la primera fase del plan durante el verano y se producirán las primeras adjudicaciones de nuevas líneas con el servicio bajo demanda integrado. Después se determinará el sistema de reservas y la plataforma que las centralice, en marcha en el 2020. En esa fecha estaría plenamente operativo el nuevo mapa de servicios, que en realidad comenzó a reformarse hace ocho años y que estará bajo la cobertura de una ley aprobada este año.