Trabajadores de Renfe alertaron en el 2013 de la poca seguridad del tramo Vigo-Oporto

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

Los sindicatos expresaron su preocupación por el hecho de que personal español circulara por las vías portuguesas

28 sep 2016 . Actualizado a las 15:42 h.

Trabajadores de Renfe advirtieron tres años antes del accidente de tren de O Porriño de los insuficientes niveles de seguridad del recorrido entre Vigo y Oporto. El tramo en el que se produjo el siniestro en el que perdieron la vida cuatro personas y otro medio centenar de pasajeros resultaron heridos fue objeto de polémica sindical cuando el Ministerio de Fomento cambió la operativa de circulación.

La Confederación General del Trabajo (CGT) envió una carta el 17 de septiembre del 2013 al entonces secretario de Estado de Transportes, Rafael Catalá, en la que ponía de manifiesto que los cambios que la Administración iba a aplicar en este tramo suponían «una reducción considerable de los estándares de seguridad». Esta nueva operativa consistía en hacer que maquinistas españoles y portugueses realizasen los recorridos completos. Por ese motivo solicitaron a Renfe que no renunciara a que los maquinistas lusos y españoles continuaran manejando los trenes, pero solo por las vías de sus respectivos países. La parada técnica para realizar el cambio de conductores se hacía siempre en Valença do Miño.

Los trabajadores estaban preocupados por las incidencias que podrían ocurrir en el territorio portugués. «Gran parte de esta línea circula en unas condiciones de seguridad mucho más degradadas que las habituales en España», reconocían en la misiva que enviaron al hoy ministro de Fomento en funciones. Los maquinistas españoles no querían circular por las vías portuguesas al no sentirse seguros. De la misma forma, los portugueses tampoco veían con buenos ojos tener que adaptarse a circular en territorio español, según manifestaron ayer fuentes de la CGT. «La seguridad depende totalmente del maquinista del tren y del personal portugués que regula la circulación, careciendo de ningún otro sistema que la garantice», se quejaba el sindicato en la misiva.

La preocupación de los representantes sindicales surgió a raíz de las acciones formativas que Renfe comenzó a desarrollar entre el personal de Vigo-Guixar para habilitar al personal para circular con trenes bajo la regulación portuguesa. La CGT, en una carta que después firmaron el resto de los portavoces sindicales de Vigo, hizo constar que no era una buena idea. Expresaron su preocupación por esta medida, no solo por su elevado coste, sino por la dificultad que representaba para los trabajadores circular por una infraestructura ferroviaria con unos sistemas de seguridad distintos, una reglamentación desconocida y por el hecho de trabajar en un país con un idioma ajeno. Por mucho que se intente forzar la enseñanza del portugués «la operativa de conducción y acompañamiento de trenes de viajeros conlleva unas necesidades de comunicación con el mando, usuarios, personal de circulación o fuerzas de seguridad que hacen necesario tener una fluidez con el portugués que difícilmente se puede aprender en un curso formativo limitado», expresaron.

Los trabajadores de Renfe se oponían a tener que asumir responsabilidades en un tren cuyo trayecto atraviesa en su mayor parte por Portugal, con decenas de pasos a nivel, algunos sin protección, una normativa distinta a la española y con numerosas situaciones desconocidas. La seguridad era la principal preocupación de las quejas sindicales que se expresaron por escrito con el cambio de operativa. Las cartas nunca obtuvieron respuesta, señalaron ayer fuentes de la CGT. El 9 de septiembre pasado se produjo el fatal accidente. Pero fue un maquinista portugués quien cometió un error humano en suelo español. Los restos del siniestro continúan a pocos metros de la estación de O Porriño a la espera de que concluyan las investigaciones periciales.