En su intervención ante la prensa para presentar la drástica decisión adoptada, el alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, insistía en que no se trataba de un ataque al PSOE, del que esperaba que «interlocutores válidos» -citó a alcaldes de la mancomunidad y al presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, con los que dijo mantener una buena relación- den un paso para seguir gobernando en coalición, sino de la respuesta a numerosas deslealtades de tres personas que, a su modo de ver, lo que pretendían desde el principio era actuar como oposición dentro del gobierno, tratando de minar el éxito electoral de FeC.
En un evidente estado de nerviosismo, el regidor argumentó que se ha visto abocado a ello por la disyuntiva en la que lo colocó Sestayo, que le requirió que le retirase las competencias de Urbanismo a la también concejala del grupo socialista como independiente, María Fernández Lemos. «Ou optabamos pola solicitude da secretaria xeral do PSOE ou ben dábamos respaldo ás persoas que, na miña opinión, mellor representan o espírito do Partido Socialista, sen entrar a xulgar as decisións autónomas que toma esta organización», manifestó el alcalde. Añadió que creía que Fernández Lemos y Méndez, así como Felipe Sas, otro edil del grupo socialista que dimitió hace unos meses, «mantiveron sempre una actitude leal e de cooperación, acudindo a min e comentándome as actuacións que pretendían levar a cabo, porque consideraban que o alcalde tiña que estar por encima das organizacións».