Veintitrés carreras se someten a planes de viabilidad por su escasa demanda

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Títulos en las universidades gallegas
M.M.M.

Las universidades ofertan el próximo curso cincuenta grados menos que en el 2007

30 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que en el año 2011 entró en vigor un nuevo decreto de titulaciones las universidades deben garantizar un mínimo de alumnos en sus grados y en sus posgrados. Actualmente hay 23 carreras sometidas a planes de viabilidad por no cumplir con estas condiciones -45 o 50 estudiantes en función del campus-, por lo que si un año la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (Acsug) emite un informe negativo, dejarían de ofertarse.

En concreto son seis de la Universidade de A Coruña (Tecnoloxía da enxeñaría civil; Español, estudos lingüísticos e literarios; Enxeñaría eléctrica; Humanidades; Información e documentación; y Galego e portugués); nueve de la Universidade de Santiago (Enxeñaría de procesos químicos industriais; Ciencias da cultura e difusión cultural; Enxeñaría civil; Enxeñaría forestal; Xeografía; Lingua e literatura galegas; Filosofía; Enxeñaría xeomática e topografía; y Filoloxía clásica); mientras que en la Universidade de Vigo se imparten las ocho restantes (Ciencia e tecnoloxía dos alimentos; Ciencias da linguaxe; Dirección e xestión pública; Enxeñaría agraria; Enxeñaría forestal; Enxeñaría química industrial; Enxeñaría dos recursos mineiros; y Xeografía e Historia).

Resolución en diciembre

De momento en julio se dio el visto bueno a 17 de ellas pero otras seis no lo consiguieron, por lo que deben justificar sus objetivos y cómo van a hacerlo si quieren seguir adelante. Son tres de la USC y tres de la UDC. No obstante, la Consellería de Educación pretende publicar en el mes de diciembre una resolución con aquellos grados y másteres que sea cual sea su alumnado permanecerán en el sistema por ser «estratégicos y singulares». Un ejemplo es el grado que aborda la filología gallega, que no debe desaparecer, pero la Xunta recuerda que «non é o mesmo estratéxicos que únicos».

A dos días de que empiece el curso en alguna de las universidades gallegas -Vigo lo hará el día 1-, las instituciones académicas llevan años tratando de mejorar su oferta académica para conseguir alumnos y una elevada inserción laboral de sus egresados. En una década, y teniendo en cuenta que han tenido que adaptar todas las titulaciones al espacio europeo de la educación superior, le han dado un vuelco a las carreras tradicionales. Un ejemplo, en el curso 2007-2008, según datos de la Consellería de Educación, los alumnos tenían 168 títulos para elegir. Nueve años más tarde, de cara al próximo curso, son 118, cincuenta menos, es decir, han recortado su oferta en un 30 %.

La USC redujo los grados en un 33 %; la Universidade de Vigo en un 32 %; y la de A Coruña en un 23 %, ya que era la institución con menos titulaciones de todo el sistema gallego. Lo mismo ha ocurrido con los títulos de doctorado, que han pasado de 193 a 125, así como con los másteres. En el caso de los posgrados la situación es diferente, ya que este tipo de estudios oficiales no existían antes de Bolonia, por lo que comenzaron a implantarse en el 2006-2007.

El primer curso se estrenaron 30 y la evolución fue tan espectacular que en el 2012-2013 eran 230. A partir de ahí la Xunta pidió una racionalización de estas titulaciones y en el 2016-2017 se ofertan solo 174.

La Xunta es partidaria de que la CIUG organice y planifique la primera reválida

El 2017 será el primer año de reválida de cuarto de la ESO y segundo de bachillerato, aunque no tendrá validez académica para obtener el título de fin de etapa. En el caso de la prueba de segundo curso de bachillerato, al desaparecer este año la selectividad, sí valdrá como prueba de acceso a la universidad, tras llegar a un acuerdo el Ministerio de Educación y la conferencia de rectores de universidades españolas.

La Consellería de Educación es partidaria de que, y sobre todo este año, la Comisión Interuniversitaria de Galicia (CIUG) tenga un papel importante en la elaboración y organización de estas pruebas. El secretario xeral de Universidades, José Alberto Díez de Castro, sostiene que «a CIUG é a que ten a capacidade, os medios e a experiencia para facelo».

En cuanto al lugar en el que se haría esta revalida, que aún no se ha decidido, Díez de Castro apuesta por las propias universidades como ocurre con la selectividad, «neste caso é a miña impresión persoal, pero por un tema de loxística e experiencia creo que se acabará facendo nos centros universitarios», sostiene.

Ya no habrá tasas

Otra incógnita es quién asumirá la financiación de la Comisión Interuniversitaria, ya que ahora se mantiene con las tasas que abonan los alumnos que deben realizar la selectividad, algo que deberá cambiar con la reválida de bachillerato.

Díez de Castro confirma que ninguna facultad o universidad gallega manifestó su intención de hacer a mayores una prueba de acceso -algo que permite la Lomce- «pero que polo menos en Galicia non é lóxico», apunta.

Educación trabaja ya en la adaptación del calendario académico

ALBERTO LÓPEZ

El calendario académico de las universidades ha cambiado drásticamente en los últimos años. De comenzar en el mes de octubre, después de que lo hiciesen los escolares de primaria y secundaria, ahora los estudiantes de las facultades son los primeros en volver a las aulas. Esto provoca que los exámenes del primer cuatrimestre se realicen a la vuelta de las vacaciones navideñas, con el consiguiente trastorno para el alumnado, y que los jóvenes que hacen la selectividad en septiembre lleguen a sus respectivas carreras con más de un mes de retraso.

Educación pidió en julio a las universidades que habiliten unas fechas más racionales y estas aceptaron siempre que se modifique el bachillerato, ya que dependen de los jóvenes que se incorporan por primera vez a los estudios superiores. Y parece que el camino empieza a recorrerse. La Consellería de Educación admite que aún no tiene una propuesta sobre este cambio pero ya ha mantenido una reunión entre representantes de las universidades, de secundaria y de la Secretaría Xeral de Universidades, «e falamos desto, de adaptar o calendario académico», explica Alberto Díez de Castro, responsable de política universitaria en la Xunta «é algo factible, pero difícil», añade. Complicado porque implica cambiar todo el calendario de secundaria y bachillerato «é un tema que afecta a toda a secundaria, porque os profesores de bacharelato tamén dan en secundaria, e en xullo faise todo o proceso de oposicións, que afecta a miles de docentes», explica Díez de Castro.

Eso sí, admite que la intención es trabajar en este cambio del calendario académico «pódese facer, pero é complexo. Quedamos en retomar o tema e convocaremos aos secretario xerais das universidades, e despois faremos outra reunión coa Comisión Interuniversitaria de Galicia», concluye.

Lo cierto es que las fechas de inicio y fin de curso de los estudios de grado, así como las de los exámenes, han perdido coherencia en los últimos años. Las pruebas finales se hacen inmediatamente después de Navidad y las clases comienzan cuando los alumnos de bachillerato ni han hecho la selectividad.

Vigo, el 1 de septiembre

No es el primer año en el que la Universidade de Vigo marca el día 1 de septiembre, es decir, el jueves, como fecha de inicio de su calendario lectivo, algo impensable hace unos años. Le seguirá la Universidade de A Coruña el 5, y la de Santiago el día 12. Todas comenzarán antes de la celebración de las pruebas de acceso a la universidad -14, 15 y 16 de septiembre-, las últimas antes de la reválida, por lo que teniendo en cuenta que los alumnos que pidan revisiones podrán hacerlo hasta el 4 de octubre, con suerte se incorporarán a las aulas un mes tarde.

Incluso los escolares de infantil y primaria, tradicionalmente los primeros en decir adiós a las vacaciones, no lo harán hasta el 12. Se hace patente la necesidad de repensar el calendario, pero desde Educación aseguran que el debate será amplio e incluirá la secundaria, así como la posibilidad de hacer períodos de descanso cada dos meses.