En cuestión de semanas, el juez vivirá la extraña sensación de pasar del relativo anonimato a ver su rostro por toda Galicia
05 ago 2016 . Actualizado a las 09:43 h.En cuestión de semanas Luís Villares vivirá la extraña sensación de pasar del relativo anonimato judicial a ver su rostro por toda Galicia, una situación propiciada por el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, al que conoció por motivos profesionales y con el que guarda una gran afinidad política. A pesar de este vínculo evidente con la Marea Atlántica, llega lógicamente sin adscripción ni etiquetas por su condición de juez, reeditando a la gallega lo que ha sido Manuela Carmena para los movimientos políticos madrileños de nuevo cuño.
Sabe bien a lo que se enfrenta porque, a pesar de su silencio, también admitía que ha seguido con máximo interés todo lo publicado en torno a su persona y al proceso al que se suma, con el aval del supuesto «consenso» que han proclamado las cúpulas de En Marea, que se marcaron una agenda el pasado sábado y que, de momento, están cumpliendo con celo. Los dos pasos previstos para esta semana eran la convocatoria de primarias y la presentación del candidato, y los dos se han dado con firmeza a pesar de la llamada a la puerta de Podemos, cuyas bases han expresado su intención de ir en coalición con las mareas.
Villares ha desarrollado una carrera académica y profesional con mucha actividad, siempre vinculada a movimientos progresistas y en el entorno del nacionalismo. Fue coordinador en Galicia de Jueces para la Democracia y es miembro fundador de la Irmandade Xurídica Galega. Además es coautor del libro Estatuto xurídico da lingua galega, editado por Xerais hace una década. Coincidió con Xulio Ferreiro en la Red Armela, formada por investigadores que abordaron con sus trabajos la crisis desde el punto de vista de los derechos sociales y la igualdad.
La carrera judicial a la que puso un punto y aparte este jueves arrancó en el 2005 en A Fonsagrada. Pasó por el Tribunal Superior del País Vasco y finalmente regresó a su ciudad natal para hacerse cargo del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2. El siguiente paso fue el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, desde el que dictaba sus sentencias en gallego. Su defensa activa del idioma propio de Galicia le granjeó algún conflicto con entidades como Galicia Bilingüe.
Además de Ferreiro, los otros alcaldes impulsores de la candidatura de las mareas, Martiño Noriega (Santiago) y Jorge Suárez (Ferrol) lo han destacado como una persona «de consenso», y la secretaria general de EU en Galicia, Yolanda Díaz, destacó su «perfil lindo».
Su principal apoyo es el alcalde coruñés, con el que coincidió en Lugo durante la etapa del regidor como juez sustituto de la Audiencia Provincial. Ambos comparten además espacio ideológico, ya que el regidor fue en su día miembro del sindicato nacionalista CIG y militante del BNG. También coinciden en rechazar una coalición con Podemos, una posibilidad que condicionó su decisión de presentarse a un puesto para el que parte como claro favorito.