Un periodista y escritor global que cuenta el mundo desde Galicia

GALICIA

Miguel-Anxo Murado tiene una curiosidad insaciable, que le lleva a practicar un aprendizaje constante y a preguntarse por las auténticas razones o causas de los hechos

25 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En uno de sus libros más celebrados, Otra idea de Galicia, después de deambular por las efímeras iluminaciones y las más frecuentes desventuras biográficas de este país del noroeste, Miguel-Anxo Murado (Lugo, 1965) fija su mirada en Domingo Fontán. Fontán, catedrático de Matemáticas de la Universidad de Santiago, diputado, astrónomo y, sobre todo, topógrafo, es el autor de ese maravilloso mapa de Galicia dibujado en 1834 que todavía hoy causa asombro, por su minuciosidad y precisión, a un espectador acostumbrado a ver su propia azotea en las imágenes por satélite que ofrece Google Earth.

Murado tiene, como Fontán, una curiosidad insaciable, que le lleva a practicar un aprendizaje constante y a preguntarse por las auténticas razones o causas de los hechos más allá de la primera capa de la realidad. Si a ello sumamos el conocimiento sobre el terreno que adquirió como corresponsal en la guerra de los Balcanes, Jerusalén o Gaza durante la segunda intifada palestina, tenemos ya algunas claves para comprender al Murado periodista. El que los sábados nos deslumbra en la última página de La Voz con su serie de artículos literarios Vuelta de hoja y el que los domingos, desde la sección El mundo entre líneas, arroja luz sobre el convulso y cambiante panorama internacional.

Los lectores de La Voz tenemos la fortuna de compartir a Murado con algunos de los más prestigiosos medios del planeta -The New York Times, The Guardian o la BBC-, porque a esa vocación global ha añadido siempre su deseo de contar el mundo desde Galicia. De ese empeño por construir su relato desde esta esquina de Europa, surge otro Murado, el escritor, que ha navegado -de nuevo utilizando la curiosidad como combustible- por géneros tan diversos como la poesía (Lapidario dos heterodoxos), el guion cinematográfico (Finisterre), el ensayo (Caderno de Xapón), el teatro (A grande noite de Fiz) o la narrativa (Mércores de cinza). Y que, a pesar de vivir desde hace años en Madrid -o precisamente por eso mismo-, ha reivindicado de forma irrenunciable su condición de escritor gallego y en gallego.

Porque después de recorrer el mundo, después de explicarnos el brexit o de contarnos a qué sabían las naranjas de Gaza, Miguel-Anxo Murado siempre vuelve a esta Galicia que retrata en sus libros y artículos con la misma pasmosa exactitud que su admirado Domingo Fontán.