El Bloque reubica en sus listas para las elecciones autonómicas a tres de sus cuatro cabezas de lista al Congreso

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Olaia Rodil repetirá en Lugo y Noa Presas en Ourense, mientras que Luis Bará irá como cabeza de cartel en Pontevedra

19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La candidatura del Bloque Nacionalista Galego (BNG) para las próximas elecciones autonómicas va tomando forma. La propuesta de la dirección del frente pasa por reubicar en sus listas a tres de los cuatro cabezas al Congreso. Este el planteamiento debatido ayer en la ejecutiva de la organización, que deberá ser aprobado el sábado de esta misma semana por el Consello Nacional, el máximo órgano entre asambleas, unas listas que tendrán que refrendar luego las comarcas. Salvo Ana Pontón, número uno por A Coruña y candidata a la Xunta, el BNG presentará en las otras tres provincias a los mismos candidatos que concurrieron al Congreso el pasado 26 de junio.

Las jóvenes Olaia Rodil y Noa Presas repetirán como cabezas de cartel en Lugo y Ourense, respectivamente, igual que Luis Bará en Pontevedra. Aquí es donde se ha producido un mayor debate; un sector de la organización apostaba porque encabezase por Pontevedra, Montse Prado, actual diputada autonómica y militante de la Unión do Povo Galego (UPG). Las fuentes consultadas han revelado que, finalmente, será Luis Bará el número uno, y Prado la número dos, una opción defendida también por pesos pesados del partido mayoritario del frente. Con la excepción de este debate, la confección de las listas apenas ha suscitado discrepancias internas, toda vez que las voces de la corriente crítica Abrente se encuentran ya fuera del frente, como es el caso de Carlos Aymerich y Xesús Veiga. A esto se suma que el BNG vive días difíciles por la enorme pérdida de apoyo social, lo que propicia menos luchas internas por acaparar los puestos de salida.

Con todo, el Bloque afronta estas elecciones autonómicas con la expectativa de volver a recuperar apoyo social después de perder electores en las últimas citas electorales. En el horizonte asoma ya un proceso de refundación inaplazable, que la dirección no ha querido que coincida en el medio de dos elecciones, pero que obliga al BNG a plantearse si el modelo de frente tiene sentido, un asunto que afecta directamente a la organización mayoritaria, la UPG.

El Bloque se muestra abierto a abrir un diálogo con todas las fuerzas para reunificar el nacionalismo, pero hay una línea roja que no va a traspasar: conformar alianzas con organizaciones sin su centro de decisión en Galicia, como es el caso de Podemos o de Esquerda Unida.

Esto ha llevado a que un sector publique un manifiesto que cuestiona el inmovilismo de la dirección y a defender la apuesta de confluir con una marea autonómica. Esa es la tesis de Xavier Vence, ex portavoz nacional, o de las diputadas Tereixa Paz o Carme Adán.

Ana Pontón, candidata a la Xunta, ya ha dicho que el BNG no será nunca una sucursal de Podemos. Y esa es parte de la campaña que pergeña el frente para las autonómicas: una alternativa a Feijoo diferente a la marea.