«Vi cómo la mujer empezaba a bracear, pero no podía avanzar y la corriente la arrastraba»

e. mouzo, x. ameixeiras A CORUÑA, CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

Un guardia civil que disfrutaba de su día libre con su familia en la playa de Riazor salvó la vida a una mujer de 82 años que cayó al mar, que no sabía nadar y que se hundía en el agua

18 jul 2016 . Actualizado a las 13:53 h.

Un guardia civil que ayer disfrutaba de su día libre con su familia en la playa de Riazor le salvó la vida a una mujer de 82 años que cayó al mar, que no sabía nadar y que se hundía en el agua. El suceso ocurrió minutos antes de la una de la tarde. «Yo estaba nadando en la zona de los bajos próximas al colegio Las Esclavas», explica José Sabugo, cabo primero en el servicio de criminalística de A Coruña. Mientras nadaba, el guardia civil vio cómo una mujer de avanzada edad bajaba desde el paseo marítimo vestida con un bañador y un pareo y se ponía a caminar por la orilla del mar. «Debió de meterse en uno de los escalones que forma el arenal y se cayó al agua. Cuanto más quería salir, más se hundía», cuenta José.

El agente no le quitó los ojos de encima a la mujer ni un minuto para observar su comportamiento: «Vi cómo empezaba a bracear en el mar, pero no era capaz de avanzar hacia tierra y la corriente la arrastraba». Los momentos siguientes fueron de máxima tensión porque la mujer dejó de luchar: «A los pocos minutos ya vi que estaba inmóvil y que se hundía. De hecho ya tenía la mitad del cuerpo y de la cabeza sumergidos».

El guardia civil nadó entonces con todas sus fuerzas hacia el lugar en el que se encontraba la mujer ya inmóvil. «Al llegar hasta ella, la agarré por la cintura y la remolqué hasta la orilla unos ocho metros. Una vez en tierra le practiqué las primeras maniobras de reanimación cardiopulmonar y logré que expulsara el agua que había tragado».

La mujer empezó a recuperarse y el agente la ayudó a llegar hasta el paseo marítimo, donde se encontraba su marido, ya que ella se había adentrado sola en la playa para acercarse hasta la orilla.

La mujer tiene 82 años y vive en la Ronda de Outeiro. Antes de marcharse mostró su profundo agradecimiento a José Sabugo por haberla salvado. El guardia civil relata que todo ocurrió tan rápido que ni siquiera los socorristas de la playa de Riazor se dieron cuenta. De hecho, el propio Sabugo fue quien informó a una socorrista que se encontraba a unos sesenta metros. Además, también comunicó los hechos en el puesto de salvamento de Riazor.