Leiceaga ataca la «vella política» de las cúpulas de las mareas por querer hacer de Beiras un «xarrón chinés»
GALICIA
El candidato socialista recomendó a En Marea dejarse de «liortas» y de «crear baronías», para emular al PSdeG organizando «unhas primarias de verdade»
07 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.No es integrante del grupo parlamentario del PSdeG, ni miembro de su comisión gestora, ni mucho menos su secretario general. Xoaquín Fernández Leiceaga es simplemente, tras ganar con holgura unas primarias en mayo, el candidato de los socialistas a la presidencia del Gobierno gallego. Con el objetivo de paliar ese hándicap de carecer de púlpitos institucionales y orgánicos, también con el propósito de elevar su todavía bajo nivel de conocimiento ciudadano, el equipo que intentará conducirlo hasta la residencia oficial de Monte Pío ha diseñado una estrategia de proyección para buscar un sitio a su patrocinado en la escena política gallega. Ayer comenzó a ensayarla: inició la que se convertirá en una serie de comparecencias semanales previas al Consello de la Xunta. Estrenó además perfil agresivo. Salió a hurgar en la herida de su gran adversario por la segunda plaza en las autonómicas del otoño: En Marea.
Como tiburón que huele la sangre a distancia, Leiceaga intentó ante la prensa poner el foco en la crisis de la coalición que integran Podemos, Esquerda Unida y Anova, que el 26J quedó relegada a tercera fuerza y estos días deja asomar luchas internas por la designación de aspirante a jefe del Ejecutivo. «Vemos con certa sorpresa e perplexidade que a nova política se está facendo vella moi rapidamente. [...] Está dando lugar a unha eclosión de nobreza recente con extrema rapidez, onde son as opinións de tres ou catro líderes o relevante, en vez de fomentar a decisión do conxunto da militancia e dos simpatizantes», espetó el socialista.
Contra esos dejes, Leiceaga recomendó a las cúpulas de las mareas dejarse de «liortas» y de «crear baronías», para emular al PSdeG organizando «unhas primarias de verdade». Además, les afeó el intento de «xubilar, non sei se anticipadamente ou non», a Xosé Manuel Beiras, «un referente político que ata hai pouco tempo era incuestionable». «Algúns líderes políticos nese novo espazo -apostilló- pasan rapidamente á categoría de xarrón chinés, [...] curiosamente sen ter experiencia previa de goberno».