Gran debate sobre las playas «libres de fume»

m. torres, d. vázquez VIGO, A CORUÑA/ LA VOZ

GALICIA

CESAR QUIAN

División entre los fumadores consultados en tres de las playas que el 1 de julio serán «Libres de fume»

29 jun 2016 . Actualizado a las 09:58 h.

 El fútbol y la política son siempre el centro de la polémica; pero el tabaco no se queda atrás. Desde que más de 20 arenales se sumaran al proyecto de Sanidade de playas «Libres de fume», el debate está servido. Y no necesariamente entre fumadores y no fumadores, sino más bien entre los que creen que con recoger las colillas es suficiente y los que piensan que los malos humos mejor en casa.

En Nigrán más del 80% de los fumadores y no fumadores que ayer compartían el arenal de A Madorra están en contra de que se prohíba fumar. Quieren un espacio libre de colillas pero sin prohibiciones a la hora de fumar. Hay unanimidad sobre la necesidad de usar ceniceros para que cada usuario se lleve sus colillas pero, en el ránking de prácticas molestas, destacan el de comer pipas y tirar las cáscaras a la arena. «Como sigan así van a poner contadores para cobrarnos por el tiempo que estemos en la playa», dice Juan Antonio Vázquez, cigarro en mano. Tanto su mujer, Puri Estévez, como el resto de la familia son fumadores. «Somos de Vigo y venimos aquí desde hace 20 años por la tranquilidad, es un espacio libre, no creo que pueda molestar». «Me parece fatal que vayan a prohibir fumar, lo importante es que no se tiren colillas, yo seguiré fumando», apunta su hijo.

Un grupo de cuatro mujeres les dan la razón unas toallas más al sur. «Los que protestan será por las colillas, pero igual molestan las pipas, lo necesario es que cada uno recoja sus residuos», sostiene Teresa Fernández. Ella es de Asturias y veranea desde hace siete años en Nigrán con sus dos hermanas, que tampoco son fumadoras. Las tres defienden que cada uno ha de ser libre para fumar o no al ser un espacio abierto. «A los pobres fumadores se les está haciendo un gueto, a mí me molestan más las pipas por toda la playa», afirma Eva Martínez.

Encontrar fumadores en la playa de Bastiagueiro, una de las dos en Galicia que ostenta bandera azul desde hace quince años, resultaba complicado ayer al mediodía. Los carteles que supuestamente informarán de que el arenal es libre de humo no se dejaban ver, pero los bañistas, en su mayoría, respaldaban la medida. Manuel Eiroa, vecino de A Coruña y exfumador, apuntaba que se debería ampliar a otros arenales: «Sobre todo polos residuos que deixa a xente». Pili Pintor, vecina de la zona y no fumadora, asegura que no le molesta que se fume, pero respecto a la limpieza estima que «si todo el mundo bajara con un cucurucho a la playa para recoger las colillas no habría problema, pero si las entierran...».

Quien accedía ayer con una cajetilla en la mano a la playa era Andrés Cobas, que atiende en uno de los chiringuitos de la playa y que, pese a ser fumador, respalda la medida. «Igual que se hizo con los bares, en los espacios públicos no se debería permitir, yo, sin problema, ya fumaré en otro lado», comenta un hombre que lleva 13 años con el vicio. «Yo comprendo que a la gente que no fuma le molesta el humo», dice.

La oleirense Carmela Gómez, que ayer iba a mirar el estado de las olas para surfear y se declara fumadora, le parece bien «sempre que se poida escoller, porque é un espazo de todos e entendo que todos somos responsables da nosa propia convivencia». Reconoce que a ella la prohibición en los bares no le pareció «unha boa medida, aínda que son pouco fumadora». Más tajante fue su amiga Marta de la Torre, que considera que «mientras las colillas no se tiren, yo prefiero que se pueda, claro».

Victoria Santos, vecina de la zona, considera «buena» la declaración. «Yo he estado en Japón y me llamó la atención que allí cuando vas a un templo tienen smoking points al aire libre y creo que es una buena medida, aunque la solución ideal es que no se debería de fumar, sobre todo, por futuras enfermedades; hay otras formas de calmar la ansiedad sin ser el tabaco», apunta a modo de consejo. Sandra Oroña, sanitaria del puesto de socorrismo de Bastiagueiro, también la respalda: «Está ben e máis aquí que hai moitos rapaces, que non vexan que en todos os sitios se está fumando sempre, así será menos visible o hábito», apuntó.