«Debemos preocuparnos por la contaminación crónica de las ciudades gallegas»

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

El biólogo Xosé Veiras dice que se cumplen los parámetros establecidos por la Unión Europea en calidad del aire, pero no los de la OMS

26 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay concello de Galicia que se libre de los agentes atmosféricos contaminantes. El biólogo Xosé Veiras García (Santiago, 1970) acaba de publicar, junto a colegas de profesión comprometidos con Ecologistas en Acción, un informe sobre la calidad del aire en España. Él es el único gallego que ha formado parte del estudio, y como tal, se esfuerza por hacer llegar a la ciudadanía y a los organismos públicos la idea de que la información es prevención: «En Galicia estamos poco preocupados por la contaminación, pero por desconocimiento». Y eso que uno de los resultados del informe revela que 2,5 millones de gallegos respiran aire sucio.

-Hace unas semanas la Consellería de Medio Ambiente puso a seis concellos gallegos en un «estado de vigilancia» por una posible mala calidad del aire que, finalmente, no se produjo. ¿Tenemos que preocuparnos?

-Este problema está muy generalizado a escala global, y Galicia, está claro, no es ajena a la suciedad del aire. De hecho, debemos preocuparnos por la contaminación crónica de las ciudades, que se encuentra incluso en el rural, y por los episodios puntuales, como el que se mencionaba en esta alerta. Aunque al final no se dio la contaminación por ozono que se había previsto, no está de más aprovechar para transmitir a la sociedad, en sus términos justos, que hay un problema.

-¿Desconocen los gallegos los agentes atmosféricos contaminantes con los que conviven?

-En términos generales sí. Pero es lógico si no se les informa. No tenemos los índices de contaminación de Madrid o Barcelona, pero eso no significa que no estemos expuestos a las partículas, el ozono troposférico o el dióxido de azufre -contaminantes que más afectan a la comunidad-, unos agentes que cada vez más teorías científicas se encargan de vincular con la aparición de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, alergias y determinados tipos de cáncer. De hecho, las partículas inferiores a dos micras y media, que tienen una gran incidencia en las ciudades gallegas, y en núcleos más pequeños como Arteixo, penetran hasta los pulmones y pueden incluso llegar al torrente circulatorio. Es un factor que, unido a otros condicionantes, tiene un impacto significativo en la salud, aunque no es fácil de precisar.

-¿Por qué cree que se ha llegado a esa carencia de información?

-Básicamente hay instituciones que tienen un interés muy acusado en transmitir a la población que no existe ningún problema de contaminación atmosférica: bien para evitar generar una alarma social o, en su defecto, para no enfrentarse a problemas políticos o de gestión, porque no es fácil reducir la contaminación atmosférica.

-Por lo que resulta del informe, afirman que Galicia cumple los límites legales marcados por la Unión Europea, pero que no sucede lo mismo con los valores de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

-Así es. La calidad del aire en Galicia es buena si tomamos como referencia los valores vigentes de la Unión Europea. Pero son índices poco estrictos. En cambio, si nos basamos en las recomendaciones de la OMS, la calidad del aire de Galicia es mala. Al menos, lo suficientemente mala para que tenga efectos nocivos sobre nuestra salud.

-¿Cuáles son las principales fuentes de contaminación en Galicia?

-El transporte y la industria. Respecto al transporte se falla en que no corregimos el modelo de viabilidad, basado en el transporte por carretera, sobre todo en las grandes ciudades, donde la población está más expuesta a agentes contaminantes. No se están tomando medidas para potenciar medios menos contaminantes. En cuanto a las industrias, en Galicia hubo una reducción de producción de electricidad a partir de carbón los primeros años del milenio, pero desde el 2010 ha se dado una cierta recuperación.

-¿Hay diferencias sustanciales entre el aire que respira un vigués frente al que inhala una persona de los Ancares?

-Quien vive en Vigo, por ejemplo, está expuesto a niveles de contaminación mayores, en general; sobre todo a las partículas derivadas del tráfico y, en alguna medida, al transporte marítimo. Una persona que vive en los Ancares respira aire más limpio, pero durante el verano puede verse afectada por episodios de contaminación por ozono troposférico. La contaminación se democratiza por el transporte a larga distancia, generado por las industrias de carbón.