Raúl López mostró a De Lara su frustración porque Feijoo no lo quería recibir

La Voz LUGO / LA VOZ

GALICIA

Carlos Castro

El presidente de Monbus aclaró que su interlocutor era Alfonso Rueda,c on el que reconoció una «buena relación»

25 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es uno de mis desencantos. No me ha querido recibir, ni como empresario ni como presidente del Obradoiro». Esa es una de las declaraciones que Raúl López, el presidente de Monbus, la principal empresa de autobuses de Galicia y una de las mayores de España, efectuó ante la jueza De Lara después de detenerlo en el marco de la operación Cóndor. Se refería al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo.

Las declaraciones, efectuadas después de la detención del empresario, en marzo del año pasado, están recogidas en el sumario en soporte de audio y duran sobre seis horas. Raúl López le explica a la magistrada que Feijoo nunca quiso reunirse con él y aclaró que su interlocutor era Alfonso Rueda, con el que reconoció una «buena relación».

El empresario explicó que sus relaciones con la Xunta se centraban en un anteproyecto de transporte público en la comunidad. Al respecto la jueza le preguntó si el presidente del Consello Consultivo le había asesorado sobre cómo agilizar algunos trámites, pero el empresario lucense lo negó taxativamente. Significó que, en todo caso, se trataba de un asunto del transporte del sector interurbano gallego y no de interés personal. En cualquier caso, advirtió que nunca le llegó a facilitar documentos.

La jueza preguntó si había agradecido con algún tipo de regalo la supuesta colaboración del presidente del Consello Consultivo y el empresario respondió que le mandó una botella de vino. Por cierto que el empresario admitió que antiguamente su empresa hizo regalos, pero actualmente ya no. Esa respuesta se produjo cuando la jueza le preguntó por los envíos de vino y jamones a militares para que, supuestamente, favorecieran a Monbus en un contrato.

Todo declarado

En su declaración López se definió como empresario «de pro» y defendió la rigurosidad de Monbus. Dijo que no hubo recepción de dinero negro por parte de una agencia que organizaba excursiones por las Rías Baixas. «Todo está debidamente facturado y declarado (...) Todo se hizo con arreglo a la ley», dijo. Advirtió a la jueza que era persona honrada y trabajadora.