La guía de colores pretende «evitar o emprego sistemático de tons verdes»

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

ROI FERNÁNDEZ

El Gobierno autónomo busca una armonización material y cromática

24 jun 2016 . Actualizado a las 20:23 h.

De la lucha contra el feísmo en la que trabajan la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio junto al Colexio de Arquitectos de Galicia se conoce ya alguna pincelada. En el documento firmado por Feijoo y los arquitectos el pasado martes en Baiona, y que sirve como preliminar de lo que será la Guía de Cores e Materiais de Galicia, se describen ya una serie de recomendaciones a seguir antes de analizar las 12 áreas paisajísticas en las que seis equipos elegidos por concurso dividirán Galicia para conseguir una mayor «armonización cromática y material». Apostar por tonos oscuros que impidan el efecto visual de aumento de volúmenes, o evitar utilizar el color verde en las fachadas, que pueda contrastar con los tonos de la vegetación de manera artificial, son algunas de las pautas que los arquitectos deberán tener en cuenta.

El documento partirá de un trabajo de campo en el que se identificarán las fachadas más habituales de cada zona. Así, se analizará la tipología de las edificaciones de la arquitectura tradicional de la comarca y se elaborará una estrategia de armonización entre los diferentes elementos constructivos junto a una paleta de materiales y colores de la comarca para cada uno de los elementos. A lo largo de las 52 páginas del documento, se explica la necesidad de un método de intervención que facilite el acercamiento al objetivo: la integración paisajística, tanto de las nuevas construcciones y edificaciones, como de las disconformes con el paisaje de referencia. 

Las instrucciones

Los técnicos operarán sobre diferentes terrenos construidos, y sobre cada uno ya han quedado plasmadas determinadas pautas que deben prevalecer. En los núcleos urbanos, rurales y ámbitos periurbanos y rururbanos se adoptará una «gama de materiales y colores simple, sobria y funcional con la que se consiga un aspecto coherente y cuidado», se puntualiza en el texto. Los materiales empleados se organizarán de acuerdo al elemento constructivo al que pertenezcan. Asimismo habrá precisiones específicas para la piedra o la madera. En relación a los colores, los arquitectos tendrán que evitar colores saturados que contrasten con los tonos naturales de materiales surgidos de la naturaleza y, tendrán que establecer reglas de composición para la coloración de elementos secundarios como marcos, puertas, cornisas o zócalos.

Los polígonos industriales también serán examinados a conciencia a partir del mes de septiembre; pero a diferencia del caso anterior, debe incluirse un análisis que identifique la gama cromática propia del lugar. En la propuesta de integración que se muestra en este manual se recomienda el empleo de «una gama cromática reducida a un número limitado de tonos para no crear confusión ni saturación visual» o «evitar el empleo sistemático de tonos verdes que no consigan los matices cromáticos de la vegetación. Respecto al uso de materiales se intentará que obedezcan a un criterio de homogeneidad de acuerdo con las particularidades de este tipo de construcciones en la comarca, teniendo presente la búsqueda de una imagen de conjunto unitaria y armónica. 

Optar por la singularización

En cuanto a la construcción e instalación en suelo rústico, también se buscará la armonización con el entorno, pudiéndose optar, de manera justificada, por la singularización, teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones: debe elegirse una estrategia cromática intrínseca a la paleta -oposición, complementariedad o intensificación de los tonos entre sí; la gama cromática de todos los elementos de instalación o construcción tienen que estar previamente definidas. Asimismo, se prefieren los tonos oscuros, excepto el negro y se evitará el uso de verdes.

Los principios que orientan esta propuesta, según ha firmado el ejecutivo autonómico, ejercen de marco para salvaguardar y conservar las construcciones existentes: «Sus valores históricos y arquitectónicos, así como ambientales y técnicos, en cada caso».