Dos millones de multa a Mundiplan por incumplimientos en los viajes de mayores

María Santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El Imserso sanciona a la empresa que se encarga de gestionar las rutas a las islas

21 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Mundiplan, la unión de empresas que tiene en exclusiva los paquetes turísticos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) a las islas, está ejecutando el contrato, o al menos lo ha hecho, «sin cumplir los compromisos asumidos en su oferta, en concreto la falta de disponibilidad de las plazas hoteleras comprometidas». Esa es la conclusión extraída por el Imserso tras la instrucción del expediente que este organismo abrió a raíz de las quejas de los usuarios. La consecuencia es que la UTE tendrá que pagar una multa de casi dos millones de euros (exactamente 1.984.404,82), una cantidad que equivale al 1 % del importe de la adjudicación del contrato. Se le impone esta sanción, y no una mayor, aclara la resolución, teniendo en cuenta que es la primera penalización por esta causa que recibe Mundiplan.

Esta unión de empresas se hizo con la exclusiva de los viajes de mayores a las islas a mediados de noviembre. Comenzó entonces la comercialización de los paquetes y en diciembre empezaron las rutas. La primera queja que recibió el Imserso partió de dos agencias de viajes que denunciaban que se estaba incumpliendo la obligación de contratar a todos los operadores que se ofrezcan y puedan realizar el servicio. Después comenzaron a llegar denuncias de usuarios. En el mes de enero, dice la resolución del Imserso, la UTE canceló viajes a Canarias que habían sido vendidos a beneficiarios del programa y pagados por estos. La propia Mundiplan reconoció que había cancelado un 8,45 % de las plazas que había vendido durante el primer trimestre de ejecución del programa, es decir, 2.304 cancelaciones de un total de 27.269 plazas vendidas. Una vez producidas las cancelaciones, dice el Imserso, Mundiplan ofreció a los usuarios alternativas no previstas en los pliegos del contrato.

Otro de los incumplimientos de los que habla el informe del Instituto de Mayores y Servicios Sociales es el recurso a servicios de pícnic como sustitutos del almuerzo en ruta, una posibilidad que prohíbe expresamente el contrato.

La propia Mundiplan reconoce haber recibido 372 quejas hasta el 31 de enero y nada menos que 891 apenas un mes después, el 29 de febrero. Quejas por diversas causas -desde cambios de hotel, de vuelos o de ambas cosas a anulaciones por no aceptar la alternativa- que llevaron al Imserso, en el mes de febrero, a abrir el expediente que ahora ha concluido con la imposición de esta multa de casi dos millones de euros. La misma persona que firma este expediente, César Antón Beltrán, director general del Imserso, reconocía en el momento en el que comenzó su instrucción, que nunca se habían recibido tantas quejas en tan poco tiempo en todos los años que lleva funcionando este programa de turismo social para personas mayores y para el mantenimiento del empleo en las zonas turísticas.

La unión de empresas argumentó en sus alegaciones, entre otras cosas, que las incidencias se limitaron a determinados destinos de Canarias y que el retraso en la adjudicación del contrato tuvo mucho que ver en esos problemas, puesto que un importante número de usuarios que hubiesen viajado entre octubre y diciembre se concentraron en el primer trimestre del año, un razonamiento al que el Imserso responde diciendo que en el proceso de adjudicación del servicio se cumplieron los plazos establecidos por la normativa.

Cambios de hoteles, y pasajeros gallegos tirados durante horas en los aeropuertos

Entre los afectados por los incumplimientos de Mundiplan figuran varios grupos de viajeros gallegos que a lo largo de los últimos meses sufrieron cambios de planes, esperas en los aeropuertos o cancelaciones. Un vuelo procedente de Menorca sufrió un retraso de seis horas en el viaje de vuelta. Tuvieron que hacer escala en Madrid, pese a que el vuelo que habían contratado viajaba directo a Alvedro. Cuando por fin embarcaron los dividieron en dos aviones. Uno de ellos voló directamente al aeropuerto coruñés, pero el otro fue a Santiago. Los mayores se quejaron de que no les gestionaron el desplazamiento de regreso a A Coruña y que los dejaron sin comer y sin atención alguna en Madrid.

Otro grupo que se dirigía a Barcelona tuvo que pernoctar en Santiago por una avería. Un centenar de pasajeros con destino a Tenerife tuvieron que esperar siete horas en Lavacolla para que se reparase un fallo que un rayo había producido en el avión. Los mayores se quejaron de que el personal de Mundiplan no se acercó al aeropuerto para atenderlos ante este retraso.

Un usuario se quejaba de que había contratado un viaje a Tenerife para pernoctar en un determinado hotel, pero cuando fue a la agencia de viajes para confirmarlo comprobó que le habían cambiado el hotel y que debería ir a otro que se encontraba a siete kilómetros de Puerto de la Cruz, el lugar en el que él quería estar. Algunos afectados anularon sus reservas, otros presentaron quejas pero realizaron el viaje igualmente.