Duelo abierto para liderar el PSdeG

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Romeu y Leiceaga se medirán en unas primarias para las que Caballero no consiguió los avales

14 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las primarias del PSdeG se quedan en un duelo a dos. De un lado, José Luis Méndez Romeu, portavoz en el Parlamento gallego. Del otro, Xoaquín Fernández Leiceaga, profesor universitario de Economía y exdiputado. Uno de ellos será proclamado candidato de los socialistas a la presidencia de la Xunta el próximo día 29, momento en el que se resolverá una competición muy ajustada en fuerzas, si se atiende al número de avales presentados. El economista vigués Gonzalo Caballero, que abanderaba un proyecto de regeneración para el partido, se cayó ayer de la carrera al no reunir el número mínimo de avales. No obstante, las 556 firmas válidas que recolectó son las que pueden decidir esta batalla.

El requisito previo para convertirse en candidato a las primarias que decidirán el liderazgo del PSdeG para las elecciones autonómicas de otoño consistía en reunir el 10 % de los avales de la militancia o, lo que es lo mismo, 1.010 firmas. Tanto Méndez Romeu como Fernández Leiceaga superaron con creces esa cifra, pues el equipo del primero trasladó a la sede del partido para su recuento algo más de 2.800 avales, que se quedaron en 2.539 al depurar errores y duplicidades, mientras que el equipo de Leiceaga entregó 2.753, aunque los válidos fueron 2.216.

Los servicios del PSdeG todavía acabaron pasadas las diez de la noche el recuento y la validación de los avales, aunque los datos no serán definitivos hasta que en las próximas horas se resuelvan las posibles reclamaciones. Gonzalo Caballero, de hecho, dijo desconocer el número exacto de firmas aportadas, pero estudia la interposición de un recurso en caso de que no se contabilicen los cerca de 300 avales presentados por vía electrónica. En todo caso, se quedó por debajo de la barrera de los 1.010 avales que necesitaría para pasar a la siguiente ronda y convertirse formalmente en candidato a las primarias.

El proceso interno del PSOE gallego arranca de este modo con las fuerzas muy equilibradas, aunque con una ligera ventaja de Méndez Romeu, y se presenta, más que como una mera elección del candidato a la presidencia de la Xunta, como una auténtica batalla orgánica a cara de perro, en la que se van a medir las facciones enfrentadas también a nivel federal. Y es que en torno a la candidatura de Méndez Romeu se parapetan todos aquellos que miran hacia Sevilla y hacia Susana Díaz para definir el futuro del PSOE, mientras que en torno a la de Leiceaga se pliegan los sectores que se mantienen fieles a Pedro Sánchez y a la gestora gallega.

Entre los primeros figuran referentes socialistas como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, así como José Blanco, Orozco o Pachi Vázquez. Entre los promotores de Leiceaga se hallan los presidentes de las diputaciones de A Coruña y Lugo, González Formoso y Darío Campos, los fieles a Besteiro, así como los alcaldes de Lugo y Vilagarcía.

Sobre el mapa, Méndez Romeu tiene un claro dominio en número de avales en la provincia de Pontevedra, mientras que Leiceaga se impuso con claridad en la de A Coruña, de donde proceden 1.300 de las firmas que aportó. En Lugo también parece tener una ligera ventaja Leiceaga, mientras en Ourense la ventaja en el número de avales caería -siempre según las estimaciones facilitadas por los equipos de los candidatos- del lado del portavoz parlamentario.

Fernández Leiceaga. Elegido por su capacidad para hacer un relevo generacional

De Xoaquín Fernández Leiceaga (Noia, 1961) llegó a decir su principal contrincante en las primarias del PSdeG, Méndez Romeu, que es una persona de una «capacidad intelectual de la que nadie puede tener dudas». Esa quizás sea la característica positiva que más sobresalga del perfil de este profesor universitario de Economía Aplicada, bregado políticamente en el BNG, antes de que el exalcalde de Santiago Xosé Sánchez Bugallo lo captara para el PSOE en el año 2003.

Fue Bugallo, que paradójicamente ahora apoya a Méndez, quien promovió a Fernández Leiceaga, alias Xocas, como diputado autonómico. El expresidente Touriño recabó los servicios de este profesor universitario, que llegó a ser vicerrector de la USC, en las fallidas negociaciones de la reforma del Estado de Autonomía del 2006 y la resolución de algunas tiranteces con los socios del BNG en el bipartito.

Con Touriño ya fuera de escena, Pachi Vázquez escogió a Leiceaga como portavoz en el Parlamento, pero le retiró la confianza en el 2010, lo que provocó que Xocas retomara progresivamente su labor docente e investigadora.

En esas estaba cuando la política, esta vez Besteiro, llamó a su puerta para solicitarle consejo. Leiceaga se convirtió el redactor del programa del PSdeG y ahí volvió a destacar entre los dirigentes que están decididos a realizar un verdadero recambio generacional en el PSdeG. Entre sus avales exhibe el del rector de la Universidade de A Coruña, el de los presidentes de las diputaciones de A Coruña y Lugo y algunos alcaldes, diputados y dirigentes de las nuevas hornadas del partido.

Méndez Romeu. Avalado por su experiencia y un elenco de notables del partido

A la hora de destacar algún aspecto del perfil político de José Luis Méndez Romeu (A Coruña, 1951) suele aflorar una palabra: la «experiencia». Es uno de los méritos que en favor del portavoz socialista invocó hace unos días Fernando González Laxe, quien se convirtió en presidente de la Xunta en el año 1987, justo cuando Méndez Romeu, pedagogo de profesión, era fichado como concejal por el entonces alcalde coruñés, Francisco Vázquez.

El propio Méndez destaca que la experiencia política es un valor difícilmente sustituible. Se tiene o no se tiene. Y en su caso abunda. Durante 16 años se bregó en la política local, en áreas como cultura, educación y, efímeramente, el urbanismo. Presidió durante una década la Orquesta Sinfónica de Galicia y compatibilizó durante un tiempo estas tareas con el escaño en el Parlamento de Galicia.

Fue en el 2004, tras la llegada de Zapatero a la Moncloa, cuando Méndez dio el salto político de mayor envergadura, al convertirse en secretario de Estado. Un año más tarde era Touriño quien reclamaba sus servicios como puntal del bipartito y conselleiro de Presidencia. Del final de esa etapa le persigue la que quizás sea la única polémica que lo rodeó, la gravosa reforma del despacho de la Presidencia de la Xunta y el gasto en coches oficiales, que el PP le echa en cara siempre que puede.

En favor de su candidatura, Méndez reúne un elenco de nombres notables del PSdeG: Abel Caballero, José Blanco, Orozco, Pachi Vázquez, así como las secretarias generales de A Coruña y Ferrol, Mar Barcón y Beatriz Sestayo, junto a Marisol Soneira.