La Junta Electoral denuncia falta de medios de los consulados en los comicios

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Ana Garcia

Exteriores abre expediente en la embajada de Helsinki por retrasar el envío de votos

04 may 2016 . Actualizado a las 15:58 h.

Las constantes denuncias planteadas por los colectivos de la emigración por las dificultades que encuentran para poder votar o la falta de información y ayuda que achacan a diversos consulados, acaban de tener eco de forma oficial en la Junta Electoral Central. El envío fuera de plazo de tres sufragios por parte de la embajada de España en Helsinki ha propiciado que la Administración Electoral requiera directamente al Ministerio de Asuntos Exteriores a que adopte las medidas necesarias para garantizar la participación de la emigración en los próximos comicios.

La Junta Electoral manifiesta, con un acuerdo de sus miembros, su «preocupación por la precariedad de medios de que disponen las oficinas consulares para realizar las funciones electorales que les corresponden». El órgano encargado de velar por el cumplimiento de la ley electoral demanda a Exteriores que «adopte las medidas personales y materiales que resulten necesarias» para atender a un colectivo que suma ya a 1,9 millones de españoles en el exterior, 441.909 de ellos gallegos.

La Junta Electoral da cuenta de la apertura de un expediente sancionador a cargo del ministerio por la actuación de la embajada en la capital finlandesa al superar los plazos de envío de los votos de tres emigrantes, lo que el órgano de control de los comicios considera como «una gestión deficiente de las operaciones electorales más elementales».

Exteriores rechazó ayer explicar los hechos que han llevado al ministerio a abrir «procedimientos disciplinarios» en su embajada, como da cuenta la Junta Electoral, reacción que considera además «acorde con la gravedad de las infracciones cometidas», sin especificar más que el retraso en el envío de los votos.

«Se toma buena nota y se respeta con el máximo rigor lo que dice la Junta Electoral», señala una portavoz de Exteriores, al tiempo que elude especificar los detalles del caso.

Tanto el Consejo General de Ciudadanos Españoles en el Exterior, el órgano de representación de los emigrantes como la Marea Granate, plataforma cívica apartidista que defiende los derechos de los residentes en el extranjero, han reiterado la carencia de medios de las oficinas consulares en los procesos electorales y diversas actuaciones que estiman como irregulares.

Colas de hasta cinco horas en el consulado de Londres para poder inscribirse o rectificar la dirección de residencia es uno de los hechos significativos aportados por la plataforma granate. Berta Burguete, una de sus portavoces, señala desde Dinamarca que muchos de los cambios de dirección no son tramitados, lo que ha generado multitud de denuncias desde varios países, que inciden en la falta de personal consular. El aumento del flujo migratorio hacia países como Reino Unido ha coincidido con el cierre del consulado de Manchester, dejando abiertos solo los de Edimburgo y Londres, el que más quejas genera.

Las denuncias recogidas apuntan casos como el del consulado de Quito, por dar citas para el ruego de voto fuera de plazo; personal externo sin formación electoral en Santiago de Chile, o indicación de que ya no se podía votar a pesar de estar en plazo en el de Sídney, son algunas de ellas, junto la imposibilidad de contactar con otros muchos telefónicamente o por correo.

La Junta coruñesa propone mejoras para el voto por correo y las mesas electorales

Diversas incidencias recogidas por la Junta Electoral de A Coruña en las generales de diciembre llevaron a sus integrantes a plantear a la Junta Electoral Central permitir votar en urna a los residentes en España que a pesar de optar por hacerlo por correo no hubieran recibido las papeletas. La Junta coruñesa propuso que en lugar de que negarles una vía de participación alternativa se les permita votar al cierre del colegio si se comprueba que su sufragio no fue recibido por correo. La Junta Central deniega dicha posibilidad al estimar que habría que cambiar la ley, así como también para tener localizado a un suplente de cada mesa para sustituir cualquier baja que se produzca durante la jornada electoral después de constituirse las mesas, como proponía además la junta coruñesa.