Una mujer de Monforte espera desde el 2013 que la Justicia le devuelva a su niño, con el que el padre huyó a Marruecos
04 may 2016 . Actualizado a las 22:52 h.Cuando a última hora de la tarde llegó a su casa después de salir del trabajo, le extrañó que no hubiese nadie. A las tres de la mañana se fue desesperada a la comisaría de Monforte para presentar una denuncia. Esa misma madrugada, su pareja se embarcaba con Adam, el hijo de ambos, en un ferri para cruzar el Estrecho hacia Marruecos. De aquello hace casi cuatro años y desde entonces Angela Tyukodi no ha vuelto a tocar a su niño. Solo ha podido hablar dos veces con él a través de videoconferencias por Internet.
Aquella noche del 29 de julio del 2012, Angela denunció el secuestro del pequeño ante la Policía Nacional. A la mañana siguiente fue al juzgado a ratificarla y en mayo del 2013 consiguió una sentencia que le otorga a ella la custodia frente a Mohamed B., su expareja. La investigación judicial para determinar si el niño fue secuestrado y devolvérselo a su madre sigue abierta y dio lugar a una orden internacional de localización que las autoridades marroquíes cumplieron. No les fue difícil, porque el Mohamed B. vive en su ciudad natal, en las cercanías de Rabat, y en su casa de siempre. Ni se esconde él ni oculta que tiene con él al niño. A los policías marroquíes les dijo que el niño estaba bien de salud y que se lo había llevado de acuerdo con la madre.
«No entiendo por qué no lo detienen y me devuelven a mi hijo», dice Angela, que emigró muy joven de su Rumanía natal y se asentó en Monforte recién cumplida la mayoría de edad. Desde entonces, trabaja en esta localidad como camarera y cuidadora de personas mayores. El impacto emocional de la desaparición de su hijo la hundió. Permaneció un tiempo ingresada en la unidad de psiquiatría del hospital de Lugo y después vino un largo tratamiento psicológico que la ayudó a sobrellevar el trauma.
Poco a poco ha ido recomponiendo su vida. Tiene nueva pareja, ha sido madre de otra hija y aparenta una entereza que solo se rompe cuando habla de Adam. «Yo intento estar bien y seguir con mi vida mientras espero que me lo devuelvan -dice-, pero es muy difícil, quiero que me devuelvan a mi hijo». Todo le recuerda a él. También cuando pasa frente al juzgado o la comisaría, los lugares a los que ha vuelto ni sabe cuántas veces desde aquella noche.
Angela no esconde su desconcierto por la situación legal de su caso. Los avances de los primeros tiempos le hicieron confiar en que pronto se solucionaría todo, pero han pasado cuatro años y ya no ve cambios, ni perspectiva de que los vaya a haber.
Marruecos firmó en el 2011 el convenio internacional que regula la devolución de niños sustraídos ilegalmente por su padres. Pero su cumplimiento es irregular, como saben abogados especializados en este tipo de procedimientos, como el madrileño Adolfo Alonso. «Quizás por motivos culturales, o de estructura familiar, el caso es que Marruecos es un país que presenta serios problemas para la restitución de los niños», explica.
El juzgado de Monforte que lleva el asunto está pendiente de recibir de la Abogacía del Estado un informe que especifique si está en marcha algún expediente de restitución de este menor. La anterior titular de este juzgado llegó a archivar el caso, aunque tuvo que reabrirlo por orden de la Audiencia de Lugo. La jueza actual ha decidido declararla como causa compleja, para evitar que prescriba.